Tile es una empresa que fabrica pequeños localizadores bluetooth que, colocados en una mochila o maleta, permiten encontrarla luego si las perdemos de vista y no sabemos dónde están. Trabajan desde hace años fabricando estos pequeños dispositivos que se utilizan para poner en cosas que no queramos perder, como llaveros, una bicicleta, o el ejemplo de la maleta que ya hemos mencionado.
Tile es noticia estos días porque, como ya ha hecho antes Spotify, está haciendo declaraciones en el Congreso de los EEUU para pedir a los políticos que intenten cambiar la política de privacidad de Apple. Argumentan que Apple está jugando sucio con ellos, porque para que su servicio funcione correctamente es necesario darle permisos de localización a su App expresamente, y después iOS recuerda a los usuarios que los servicios de localización que han aceptado continúan funcionando en segundo plano, para que el usuario decida si quiere continuar haciéndolo o no. Estas preguntas aparecen repetidamente.
Sin embargo, los servicios de localización que Apple utiliza no son ni activados en una opción bastante escondida entre los miles que tiene la App de Ajustes, ni son recordados al usuario cuando funcionan en segundo plano. En Tile piensan que esto no es justo y además también señalan a la nueva App de Find My o App de Buscar en español como una copia de su propio servicio, porque permite encontrar un iPhone perdido.
A todas estas acusaciones, Apple ha soltado por medio de su portavoz Fred Sainz la respuesta enlatada que tienen para estas situaciones, tan breve como concisa;
Tile se queja que Apple está preparando el terreno para lanzar su propio servicio de localización de objetos más allá de dispositivos iOS, Macs o AirPods como hace ahora. Parece que se llamará AirTag, y en Tile tendrían serios problemas para continuar con su negocio si esto ocurriera. Es la peor competición que puedes tener.
En el pasado Spotify también se ha quejado de las ventajas competitivas que Apple consigue gracias al hecho de ser los que fabrican el iPhone y programa iOS, su sistema operativo.
No sabemos si las quejas de Tile se concretarán en una petición de cambio de política de privacidad por parte de los políticos norteamericanos, pero nos parece muy poco probable que Apple de su brazo a torcer. Ni siquiera el FBI lo consigue, y tienen muy claro que la privacidad de sus clientes es ahora uno de los reclamos más importantes a la hora de decidir si uno se compra un iPhone o un smartphone Android. Apple quiere utilizar su férrea defensa de la privacidad de los usuarios como una de las ventajas competitivas más importantes que tiene el iPhone.
Vía: The Washington Post.