La historia vuelve a repetirse una vez más. El FBI ha pedido a Apple que desbloquee dos iPhones que pertenecieron a Mohammed Saeed Alshamrani, el responsable de uno de los tiroteos públicos que lamentablemente ocurren ahora con bastante frecuencia en EEUU.
Uno de ellos parece estar dañado por un tiro, y otro funciona correctamente, pero ambos están bloqueados con una contraseña. En estos casos, el FBI siempre pide ayuda a Apple para desbloquearlos, a sabiendas de que Apple no puede hacer eso. Lo que la compañía ha hecho es proveerles de todos los datos que tienen de esa persona, y colaborar en todo lo que puedan ofrecer, pero no les han desbloqueado esos dos iPhones por una sencilla razón; Apple realmente no tiene esa posibilidad aunque quisieran (que no es el caso). Ellos mismos se han asegurado de que no pueden hacer eso para ningún usuario, porque como ya hemos explicado en varias ocasiones, la seguridad de verdad, lo la tenemos todos, o no la tiene nadie. Apple ha diseñado la seguridad del iPhone para que nadie, ni siquiera ellos mismos, puedan desbloquear un iPhone sin conocer la contraseña.
En año 2016 ocurrió lo mismo y con el apoyo de todas las grandes compañías tecnológicas Apple persistió en su posición de no abrir ninguna puerta trasera en iOS deliberadamente.
Finalmente el FBI consiguió los datos de los iPhones de aquel caso gracias a un buen dinero que pagó a una empresa israelí que poseía información sobre una vulnerabilidad no conocida, gracias a la cual pudieron hacer el Jailbreak al iPhone y desbloquearlo.
Estas son las declaraciones oficiales de Apple sobre este nuevo caso;
Dicho de otra manera; Sí, os damos los datos que tenemos pero no tenemos muchos, sólo los que el usuario ha compartido con nosotros, pero no los que tiene en sus iPhones.
Esta situación siempre genera mucho debate porque obviamente todos queremos que las fuerzas de seguridad puedan investigar a alguien que ha cometido un terrible crimen. Pero al mismo tiempo, también queremos tener garantizados nuestros derechos básicos, y uno de ellos, es el de la privacidad. Los datos de todo tipo que tenemos en nuestro iPhone son inaccesibles para nadie más, y Apple se tiene que esforzar al máximo para conseguir que así sea, llegando incluso a pagar fuertes sumas de dinero por vulnerabilidades que cualquiera encuentre en iOS o cualquier otro de sus sistemas operativos, para poder competir con empresas que, como esa israelí que ayudó al FBI, se lucran enormemente con el negocio de la seguridad.
Vía: NBC News.