Ha llegado la hora de enfrentarse a algo que era inevitable. Apple se ha negado a habilitar el acceso al iPhone de uno de los acusados del tiroteo de San Bernardino en California, y lo han hecho a pesar del requerimiento que la juez federal ha ordenado a Apple: Ayudar al FBI a conseguir los datos guardados en un iPhone mediante la creación de una versión personalizada de iOS que elimine medidas de seguridad como el cifrado de datos o la clave de desbloqueo.
Aunque parezca mentira, si Apple acatara esta orden, tendrían que crear una versión de iOS que tras ser instalada en ese iPhone pudiera permitir acceder a sus datos al FBI. Es un debate muy candente ahora en EEUU porque por un lado está la seguridad nacional y por otro el derecho a la privacidad de todos los usuarios de Apple. Tim Cook se decanta por la defensa de sus usuarios, y ha publicado una carta abierta en la web de Apple en donde sugiere a todos que planteemos un debate público sobre lo peligroso que sería dejar que el Gobierno de cualquier país pudiera acceder a los contenidos de cualquier smartphone, cuando quieran, remotamente, incluso viendo o escuchando lo que hay delante de sus cámaras o micrófonos… todo sin que el usuario se entere. Es simplemente inaceptable para Apple.
Desde aquí, aplaudimos esta decisión de Cook y el valor que tiene plantarse delante de la juez que ha antepuesto un caso concreto ante la seguridad de todos los usuarios de iPhone, y de smartphones en todo el mundo. No se puede crear un precedente como éste, y si bien todos estamos de acuerdo en que hay que ser implacables con criminales juzgándoles por lo que hayan hecho, también es verdad que es imprescindible saber que todo lo que guardamos en nuestro iPhone, como mensajes, fotos, vídeos, datos importantes, grabaciones de audio etc están a buen recaudo. Estás claro que si el FBI consigue esta versión persionalizada de iOS, no la van a utilizar sólo esta vez. La podrían utilizar con cualquier iPhone. Por esa razón, y aunque el FBI tiene obviamente buenas intenciones con todo esto, Apple se niega a crear una puerta trasera para acceder a los datos de cualquier dispositivo iOS.