Parece que el asunto de los iPhones antiguos que se vuelven más lentos con el paso del tiempo deliberadamente por parte de Apple, va a seguir dando dolores de cabeza a la compañía, a pesar de todo lo que ha hecho para calmar las aguas. Si has vivido en una cueva en los últimos meses y no te has enterado de qué trata este problema, hace medio año Apple confirmó que efectivamente el iPhone 6, 6S y sus versiones Plus, así como el iPhone SE, se ralentizaban de manera deliberada para evitar que se apagaran inesperadamente durante su utilización. Estos apagados antes se producían porque el SoC (System on Chip) que tiene la CPU, GPU y RAM del sistema, requería de más potencia energética de la que la batería del terminal podía proveer. Cuando esto ocurre, el sistema se reinicia sin más. Esto ocurre porque las baterías de cualquier dispositivo electrónico se degradan con el paso del tiempo y los ciclos de carga y descarga, y cuando eso ocurre, no pueden alimentar los componentes del iPhone de energía eléctrica. Esto es inevitable, en cualquier dispositivo, no sólo el iPhone.
Un nuevo proceso instalado en iOS, que se ejecuta en segundo plano, comprueba cuándo el iPhone se ha apagado inesperadamente debido a la batería, y cuando se reinicia, configura el sistema para funcionar a una velocidad de reloj menor, que permita a sus componentes funcionar con unos requerimientos de energía eléctrica más bajos, y por lo tanto, evitan que se vuelva a producir el mismo problema. Esta ralentización fue introducida sin ningún aviso por parte de Apple, muchos llevaban ya un tiempo quejándose de que sus iPhones se volvían muy lentos y esta confirmación alimentó la idea de que Apple hacía sus iPhones más lentos para incentivar la compra de nuevos modelos. Estos cambios de batería empezaron un poco lentos debido a la falta de ese componente, que hacía tiempo que no fabricaban en un número tan elevado, aunque poco después llegaron suficientes unidades a todas las tiendas para satisfacer la demanda.
Apple pidió disculpas, y bajó el precio de los reemplazos de batería en sus Apple Store a sólo 29 eurodólares, casi tres veces menos de lo que costaban antes. Además, devolvieron el dinero de los que pagaron el precio completo durante un año antes a esta decisión. No sólo eso, sino que en una actualización de iOS (iOS 11) permitieron a los usuarios recuperar toda la velocidad incluso si no cambian su batería por una nueva, aún sabiendo que su iPhone se puede apagar, porque a pesar de todas estas medidas muchos piensan que Apple no ha hecho bien reduciendo la velocidad de sus iPhones.
Después de todo esto, a Apple le llovieron las demandas y ahora, vuelve a ocurrir, porque tienen una nueva demanda colectiva de 78 usuarios de iPhone que aún les acusan de haber ralentizado sus iPhones en secreto.
Este problema, no afecta a nuevos modelos de iPhone porque tienen un sistema de administración de energía más avanzado.
Vía: MacRumors.