Según parece, hay cierta sensación de desasosiego entre los desarrolladores de juegos para Apple Arcade. Esto se debe, según cuentan en mobilegamer.biz, a la falta de interés real por parte de Apple en Arcade o, directamente, en los videojuegos en general.
Apple siempre ha sido una compañía que, tradicionalmente, no se ha interesado por los videojuegos. No han sido nunca capaces de comprender bien cómo funciona ese mercado, y aunque ahora hay voces dentro de la compañía que intentan empujar para que haya títulos AAA para Mac o una buena plataforma de juegos premium en Apple Arcade para iPhone e iPad, lo cierto es que cada vez invierten menos tiempo y dinero en administrar y mejorar Apple Arcade.
La primera reorganización o cambio de estrategia en Apple Arcade ocurrió a finales del año 2020. En Abril del año 2021 volvió a ocurrir, con varias cancelaciones de proyectos de juegos que finalmente no salieron adelante al retirar su financiación. Desde entonces, se ha llegado al punto de no contestar emails de los desarrolladores que escriben o que piden promoción de sus juegos en la portada de la Apple Store o de Arcade, algo que puede cambiar enormemente sus ingresos. Al mismo tiempo, Apple favorece algunos juegos basándose en métricas que no explica bien, como las qualifying sessions, algo así como sesiones cualificables. Dicen que probablemente se base en el tiempo que los usuarios pasan jugando a cada juego, el número de descargas, o cuántas veces abren de nuevo el mismo juego, pero en realidad no se sabe porque Apple nunca explica en qué datos se basan para calcular esos pagos que reparten entre los juegos más populares. Simplemente es una caja negra en la que los desarrolladores no pueden ver nada, y no les queda más que fiarse de las métricas y resultados que Apple les da.
Todo esto ha hecho que muchos desarrolladores teman el fin de Apple Arcade, que algún día la compañía cancele el proyecto. Al mismo tiempo, no ven con buenos ojos cómo Apple mete muchos más millones de dólares en contenidos para Apple TV+ o Apple Music, dejando a Arcade relegado a un segundo plano, a una especie de servicio de suscripción de segunda clase que en las últimas keynotes ha brillado por su ausencia.