El caso de la ralentización de iPhones deliberada continúa ocasionando dolores de cabeza a Tim Cook, tantos años después de todo aquello. Todo, ha ocurrido por algo muy sencillo: No haber informado a los usuarios debidamente antes de tomar la decisión de ralentizar el rendimiento de la CPU cuando una batería está degradada por su uso natural y no puede ofrecer los picos de energía necesarios para mantener la CPU funcionando a pleno rendimiento. De no hacer eso, el resultado sería un iPhone que se reinicia solo o apagado. Es mejor tener un iPhone más lento encendido que uno apagado. En eso, probablemente todos estamos de acuerdo, y por eso, Apple debería haber informado, pero no lo hicieron. En lugar de eso, con la actualización a iOS 10.2.1 empezaron a restar rendimiento de la CPU cuando la batería no ofrecía suficiente energía y muchos usuarios notaron la bajada de velocidad. Esto, cuando se descubrió, llevó a Apple a enfrentarse a demandas colectivas y multas en Italia, Portugal, Chile, Reino Unido, España, Bélgica y por supuesto en EEUU.
Estamos seguros de que ha habido más demandas en más países pero son tantas que hasta los abogados de Apple deben tener problemas para acordarse de todas.
Ahora, este asunto de las ralentizaciones de iPhone vuelve a ser noticia porque después de una sentencia en el año 2020 que les condenaba a pagar más de 500 millones de dólares a los usuarios de iPhone que demandaron colectivamente en EEUU, ahora por fin empiezan a pagar esos 500 millones de dólares. En total, son unos 92 dólares por usuario, que podríamos decir que es casualmente el precio que tiene cambiar la batería del iPhone. Apple aceptó pagar esos 500 millones de dólares pero negaron haber hecho algo incorrecto. La demanda afecta a usuarios demandantes que en el 2017 tuvieran un iPhone 6, iPhone 6 Plus, iPhone 6s, iPhone 6s Plus, iPhone 7, iPhone 7 Plus, o iPhone SE.
Un cambio de batería de iPhone soluciona el problema de la ralentización de la CPU, que hoy en día tampoco se nota tanto si ocurre porque los procesadores del iPhone se han vuelto tan rápidos que es difícil conseguir que funcionen a su máximo rendimiento si no utilizas Apps o juegos realmente muy exigentes. Aún así, sorprende ver que este asunto de la batería continúa dando que hablar tantos años después de ese 23 de enero del año 2017 en el que Apple decidió solucionar el problema de los iPhones que se reiniciaban sin razón aparente con una ralentización de CPU no explicada, y todo por una batería degradada de la que el usuario no era consciente.
Hoy en día en la App de Ajustes de iOS hay un indicador que te cuenta la capacidad total restante de la batería, es decir, su nivel de degradación según vas cargando y descargando el iPhone día a día en su uso normal. Si este indicador baja del 80% durante el período de garantía, Apple te cambia la batería gratuitamente, pero si ocurre fuera de garantía, lo que hace iOS es ralentizar la CPU para evitar que haya reinicios inesperados, ya que la batería nunca tendrá que ofrecer la potencia máxima requerida para que la CPU funcione al máximo rendimiento.