Hay una razón clara y sencilla por la que muchas empresas deslocalizan la fabricación de sus productos a China, Taiwán, Japón, India y otros países asiáticos. A muchos en nuestros países obviamente no nos gusta que los puestos de trabajo se vayan a otros países, pero enfocado desde un punto de vista estrictamente empresarial, fabricar dispositivos electrónicos en Asia tiene una justificación clara y concisa; Tienes disponibles especialistas muy preparados en todos y cada uno de los pasos del proceso de producción. En TSMC acaban de darse, de nuevo, contra ese muro, esta vez en EEUU, en donde preparan una nueva fábrica añadida a la que ya tenían construida.
El problema es que no encuentran suficientes especialistas capacitados para poder poner en marcha algo tan complejo como es una fábrica de chips de alta tecnología, capaz de producir obleas con un proceso de fabricación litográfico de sólo 4 nanometros.
Para poner esto en perspectiva, la todopoderosa Intel está ahora fabricando sus procesadores a 7 nm. Es extremadamente difícil reducir el tamaño de los transistores. TSMC utilizaba 7 nanometros en el año 2018. De manera experimental, IBM ha conseguido fabricar obleas de procesadores de sólo 2 nanometros, que básicamente significa que un transistor está hecho de cinco átomos. TSMC intenta producir chips de sólo 3 nm para Apple a finales de este año, y se espera que el M3 de Apple utilice esta tecnología, pero con limitaciones porque, de nuevo, es increíblemente difícil conseguir niveles de producción aceptables con estos tamaños tan minúsculos. Intel, de hecho, está trabajando ahora también con TSMC para fabricar sus chips con un proceso de fabricación más pequeño que los 7 nm actuales y todo esto ocurre sobre todo en Taiwán… en la isla de Formosa están los mejores y más preparados especialistas del mundo en la fabricación de chips cada vez más pequeños.
Ahora en TSMC se encuentran precisamente con ese problema para esa fábrica capaz de conseguir obleas de 4 nm en EEUU, algo que sería todo un hito en ese país. Primero, tienen que conseguir desarrollar y mantener procesos educativos y de especialización capaces de producir especialistas en este tipo de tecnologías, algo que en Taiwán, China o Corea del Sur llevan haciendo desde hace muchos años.
Vía: Wall Street Journal.
