Hace año y medio os contamos la historia de Simon Lancaster, un empleado de Apple que fue despedido por filtrar, supuestamente, información de nuevos productos de Apple, concretamente de las nuevas gafas de realidad mixta en las que se supone que trabajan desde hace años. Obviamente fue despedido y él se defendió alegando que no había hecho lo que decían que había hecho, y es ahora, finalmente, cuando ambas partes han llegado a un acuerdo. Apple retira los cargos y Lancaster pagará una cantidad de dinero que no ha trascendido como indemnización a Apple, además de prometer que no contará a nadie lo que sabe de ese producto secreto.
Este resultado hace parecer a Lancaster culpable de lo que le acusaban, pero es fácil imaginar que en toda esta disputa habrá abogados que le hayan recomendado el camino menos doloroso de salida de todo este problema.
Este caso es especialmente llamativo porque se sabe que Apple preparó un cebo a modo de información y luego comprobó que esa información se había filtrado a la prensa especializada. La información estaba controlada porque sólo se la dieron a él, y así fue como se demostró que efectivamente estaba rompiendo su confidencialidad. Lancaster, además, asistía a reuniones en las que realmente no debería estar, aprovechando su influencia en la empresa. Una de las curiosidades habituales de Apple es que cuando uno está en una reunión y escucha cosas que se supone que no debería saber, debe salir inmediatamente de la misma. Todo el mundo debe tener muy claro lo que debe y no debe saber en función del proyecto en el que se trabaja.
Lancaster filtró información a prensa especializada en el 2018 a cambio de exposición en medios para una pequeña empresa que tenía aparte de su trabajo en Apple. Dicho de otra manera, utilizó su influencia en Apple para conseguir beneficio personal, además de descargar muchos documentos de Apple cuando ya sabía que tenía un pie fuera de la compañía. Varios de esos documentos se refieren a un Proyecto X, que es como parece que llaman en Apple al proyecto de las gafas de realidad virtual o mixta, al menos durante este juicio.
Vía: The Verge.
