Desde que Elon Musk finalizó la compra de Twitter y se convirtió en su propietario, tardó literalmente segundos en echar al CEO y más altos directivos de la empresa, y desde entonces ha estado publicando todo tipo de tuits con sus intenciones, como permitir que cualquiera que pague 8 dólares al mes por Twitter Blue pueda obtener el sello de cuenta verificada, el que ahora se reserva para figuras públicas cuyas cuentas corran riesgo de ser suplantadas o imitadas. Ese sello azul permite, simplemente, entender que uno está leyendo tuits de la cuenta que realmente posee esa persona, y no cualquier otra. Sin embargo, si cualquiera puede tener un sello así, para un bot o una cuenta que imite a otra persona, sería fácil y rápido tener el mismo sello. Ese indicador dejaría de tener sentido. Pero eso no es un problema para Musk, que va soltando ideas en Twitter directamente sin pensarlo más de dos veces, sondeando lo que piensan otros directamente en esta red social.
En medio de todo esto, también ha publicado una encuesta preguntando si se debía resucitar Vine, la red social al estilo de TikTok que Twitter cerró justo antes de la explosión de… TikTok. Se sabe que se ha traído unos 50 programadores de Tesla (como si no tuvieran nada que hacer allí) para evaluar el código que se escribe en Twitter y ayudar a desarrollar estas nuevas funcionalidades que Musk propone, como ese Twitter Blue de 8 dólares con sello de verificación y más exposición.
Literalmente, ha pedido a varios programadores de Twitter que imprimieran su código para revisarlo con esos programadores de Tesla. Los programadores de Twitter parecen tomarse esto con bastante humor a pesar de lo WTF de toda la situación.
Happy Friday all. pic.twitter.com/Rk9m1v1hmu
— Leah Culver (@leahculver) October 28, 2022
El primer día que Musk llegó a las oficinas centrales de Twitter en San Francisco con un lavabo en las manos para intentar hacer una especie de broma, estuvo hablando con varios empleados de la compañía en la cafetería.
Entre todo este ruido, se rumorea que este lunes la compañía notificará por email a todas las personas que despiden, porque se supone que Musk va a echar de la compañía a la mitad de los empleados. Todo es en realidad muy confuso, porque Musk no ha dicho nada de esto en Twitter, aunque ha habido un mensaje enviado desde RRHH internamente en le que avisan que tendrán que hacer recortes para poner la empresa en un camino saludable, pero ese mensaje no está firmado por Musk. De hecho, no ha dicho nada a nadie en la compañía. Ni siquiera cuando su CEO fue despedido ha habido una comunicación oficial, interna, a los empleados, que se van enterando de todo por la prensa o, irónicamente, Twitter. A día de hoy, oficialmente, en la compañía no ha cambiado de nada en lo que a sus empleados se refiere… y todo esto ocurre mientras se van enterando al mismo tiempo que todos los demás de lo que Musk planea, aún sin ninguna comunicación interna de ningún tipo de su nuevo jefe.
La última guinda del pastel la está poniendo la salida como anunciantes de empresas tan importantes como General Motors, entre muchas otras. Dicen que la mitad de los anunciantes ha pausado todas sus campañas publicitarias en Twitter. Se rumorea también que Elon Musk ha tenido una reunión en Nueva York, a donde ha saltado urgentemente para tener una conversación con ellos e intentar calmar la situación, pero muchos de ellos han decidido dejar de mostrar anuncios igualmente, al menos hasta que comprendan la dirección en la que va la empresa y cómo va a funcionar, sobre todo, el equipo de moderación de contenidos. Varios de los tuits de Elon Musk, de hecho, han sido señalados por el sistema Birdwatch de Twitter añadiendo información añadida a lo que Elon Musk publica. Es un caos absoluto.
Todo esto, recordemos, llega tras haber hecho Musk una propuesta de compra a Twitter basándose en una broma sobre marihuana para luego aceptar el acuerdo y después intentar salir del mismo como si no supiera a lo que se estaba comprometiendo legalmente, hasta que no le ha quedado más remedio que aceptar la compra, y ahora que llega a la compañía la está dirigiendo de una manera tan caótica, con miles de puesto de trabajo en vilo… es algo que hay que ver para creer, y hace pensar que el fin de Twitter, al menos como la hemos conocido hasta ahora, está mucho más cerca de lo que pensábamos. Muy poco puede salir bueno de tanto caos.
Elon Musk está consiguiendo algo increíble e impensable: Que Mark Zuckerberg parezca un buen CEO de red social.