Continuando con la tontería el asunto del bendgate, incluso antes de poder confirmar si la carcasa trasera que se ha venido filtrando desde hace semanas en diferentes fuentes es del futuro iPhone 6S, ya se está intentando comprobar con todo tipo de métodos si es más resistente que la del iPhone 6 actual. Ya se ha intentado hacer antes, pero aún así, continúan las pruebas, comprobando incluso al microscopio electrónico la composición de esa aleación de aluminio.
El resultado de las mismas es que el futuro iPhone 6S será el doble de difícil de doblar… es decir, hará falta más o menos el doble de fuerza para conseguir doblarlo. Este nuevo aluminio más resistente, se supone que es el de la serie 7000, heredado del Apple Watch Sport y pensado para ser más resistente que la serie 6000, que es el utilizado en el iPhone 6 y 6 Plus.
Esa carcasa trasera encaja con la también filtrada imagen de la supuesta placa base del iPhone 6S y por eso sorprendería que no fuera la que Apple utilice finalmente en ese nuevo modelo de iPhone que por ahora llamamos 6S y que se supone que repetirá diseño externo siguiendo el ciclo de dos años habitual de la compañía. Este nuevo modelo, además de más RAM y una CPU más rápida, se supone que tendrá Force Touch en su pantalla, gracias a lo cual el sistema podrá detectar diferentes niveles de presión sobre la pantalla.
Vía: MacRumors.