Gracias a los documentos que Apple ha mostrado en un juicio contra Samsung en el que intentan demostrar hasta qué punto fue difícil innovar con el iPhone y lo fácil que ha sido para otros copiar esas invenciones, la compañía ha revelado una serie de detalles históricos de su desarrollo. Greg Christie, uno de los programadores responsables de del sistema operativo del iPhone que hoy en día sigue trabajando en Apple dirigiendo el equipo resposable de su interfaz, ha dado unos cuantos detalles de cómo fue el nacimiento del iPhone desde el punto de vista del software. Christie es la persona que figura como inventor del famoso botón y sistema de deslizar para desbloquear que utilizamos hoy en día. En este artículo del Wall Street Journal (en inglés) tenéis los detalles, pero lo que nos ha llamado la atención a nosotros es el entorno de trabajo que utilizaron para desarrollar el sistema operativo antes de que hubiera siquiera un prototipo de iPhone que pudieran sostener con una mano. Prototipos de iPhone hemos visto muchos en el pasado, algunos muy primitivos y otros mucho más avanzados, pero hasta ahora no habíamos visto la habitación sin ventanas en donde iPhone OS, el precursor de iOS, era desarrollado y mostrado a Jobs (cada dos semanas).
Efectivamente, el sistema tal y como lo conocimos se desarrollaba en un Power Macintosh G3 en el año 2006 aproximadamente. Ese ordenador estaba ya desactualizado incluso en aquella época. ¿Por qué utilizaron una máquina así? La razón es que querían un sistema que simulara las lentas velocidades del hardware en donde se iba a ejecutar. Las funciones de teléfono se simulaban con… un teléfono, en el sentido literal de la máquina, conectado a una placa base de desarrollo que a su vez dependía del sistema instalado en ese Power Macintosh G3. Se utilizaba una pantalla táctil de plástico (con el nombre en clave Wallaby) para controlar la interfaz. El proyecto del iPhone en general se llamaba Purple internamente.
En la imagen podemos ver lo que parece un iPhone 4 o 4S blanco conectado también, probablemente porque la foto se ha hecho más recientemente. No deja de ser curioso lo primitivo que era todo lo relacionado con el iPhone en sus comienzos, en una compañía en donde nunca habían desarrollado un teléfono. De hecho esa era la premisa más utilizada por la competencia cuando argumentaban que el iPhone nunca tendría éxito tras la presentación de Steve Jobs en el año 2007, en la que utilizó prototipos de iPhone que apenas funcionaban. La verdad es que fue un pequeño milagro que el iPhone pudiera salir adelante y convertirse en lo que se convirtió… a pesar de venir de una compañía que tenía literalmente cero experiencia con un tipo de máquina así. Quizás por eso, por lo duro que fue, les duele tanto ver que otras empresas se aprovechan de esas investigaciones. Sin duda, el desarrollo del iPhone fue realmente duro y árduo, casi un pequeño milagro.
[…] en la mano de Steve Jobs. Sus pruebas se hacían en prototipos montados en láminas de plexiglas, o directamente en un Power Macintosh G3 que tenía instalada una versión primitiva de iPhoneOS, como se llamaba el sistema operativo del […]