La batería de un iPhone es uno de los componentes más importantes, y también uno de los que antes suele dar problemas. Es sólo cuestión de tiempo que la batería empiece a fallar, porque todas las baterías de iones de litio se degradan con el paso del tiempo y con los sucesivos ciclos de carga y descarga a los que se ven sometidas durante varios años. Un iPhone se vuelve ligeramente más lento cuando una batería se degrada, por diseño, para que no se apague inesperadamente cuando el sistema requiere de más energía de la que su batería puede proveer. Las buenas noticias es que también se trata de uno de los componentes más rápidos y fáciles de cambiar, y así, recuperar la velocidad perdida.