Cuando Apple hizo debutar a su nuevo procesador M4 en iPad Pro, todos nos sorprendimos bastante. Algo tan importante como una nueva generación de su SoC más importante se espera en un Mac, pero no en un iPad Pro. Sin embargo, eso fue exactamente lo que ocurrió, casi medio antes de verlo en ningún otro dispositivo, Apple puso un M4 en el iPad Pro, y además lo hizo muy poco tiempo después de presentar los Macs con un, por entonces, nuevo M3. La verdad es que Apple nos tiene bastante mareados con la manera que tiene de ir pasando de una generación a otra en sus procesadores, porque hay productos que directamente se saltan una generación, hay productos que incorporan una nueva generación cuando nadie lo esperaba, y otros tardan hasta más de medio año en conseguir lo mismo. Aún estamos esperando, por ejemplo, por un MacBook Air con M4, aunque esta espera podría terminar dentro de muy poco tiempo. Ahora, la historia se repite y parece que, de nuevo, habrá un cambio y no será el iPad Pro el que tenga el primer M5, sino un MacBook Pro.
Este cambio de orden de máquinas a actualizar nos lo cuenta Mark Gurman en su newsletter del pasado fin de semana. Lo más sorprendente es que el iPad Pro podría conseguir su M5 no este año, sino el que viene, en el 2026, cuando ya estemos todos pensando en el M6, así que de nuevo nos deja a todos confundidos si todo eso resulta ser finalmente cierto.
Además, como hemos indicado antes, el MacBook Air con M4 está a la vuelta de la esquina y un MacBook Pro con M5 sólo unos pocos meses después también sería un poco extraño, aunque actualmente esa es la situación exacta. Los MacBook Pro tienen M4, M4 Pro o M4 Max y los MacBook Air tienen M3.
Apple es una compañía que se caracteriza por hacer cada año lo mismo, repitiendo su ciclo iterativo de mejora de productos de manera muy cíclica y constante. Sin embargo, desde que utilizan sus propios procesadores ARM fabricados por TSMC, quizás por capacidad de producción o por otras limitaciones, cada año bailan los productos que reciben cada nueva generación haciendo que sea muy complicado prever qué harán al año siguiente.
