Las Vision Pro tienen una zona suave y generosamente grande que se coloca entre la cara del usuario y las propias gafas, en donde están las cámaras, sensores, pantallas, etc. Esta especie de almohadilla es muy importante porque permite ponerse las gafas delante con comodidad, y al mismo tiempo, tapa la entrada de cualquier luz exterior al interior de las gafas. Por esa razón, Apple llama Light Seal (sellado de luz) a esta parte de las Vision Pro.
Esta almohadilla es diferente según el usuario que quiera comprar las Vision Pro. Algunas personas tienen la cara muy pequeña, otras más grandes, otras más larga u otras con una nariz más pronunciada. Es difícil hacer un accesorio facial que sea idéntico para todos y quede igual de bien.
Por esa razón y para asegurarse de que los clientes que compren unas Vision Pro tienen un Light Seal adecuado para su rostro, se utiliza la App de Apple Store con una nueva funcionalidad que acaban de añadir a la misma y que permite saber qué Light Seal hay que incluir con las Vision Pro en función de la forma de la cara del usuario. Para averiguarlo, se utiliza Face ID.
Por último, en EEUU los usuarios que utilicen gafas o las necesiten para ver de cerca, pueden comprar unas lentes correctoras de Zeiss adecuadas para sus ojos. Para saber qué lente correcta hay que comprar, hace falta la prescripción médica que indique cuántas dioptrías se tienen recientemente. Es como una especie de receta médica que indica cuál debe ser la lente utilizada, algo imprescindible en EEUU pero que en otros países como España se soluciona con una medición de las dioptrías del usuario, o simplemente fiándose de lo que dice. Será así, probablemente, como se vendan esos accesorios de lentes de adaptación fuera de EEUU, pero aún hay que esperar y ver cómo lo solucionan.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta que será necesario tener un iPhone con Face ID para poder comprar unas Vision Pro. Todos los fans de la realidad virtual que no tengan un iPhone, se quedan fuera. Es un gran handicap.
