Japan Display, uno de los principales proveedores de componentes para Apple, es un conglomerado de empresas japonesas formado por Sony, Toshiba y Hitachi. En el pasado, tomaron prestados 1500 millones de dólares de Apple para levantar una fábrica de pantallas LCD y más adelante OLED. Esta fábrica, localizada en Ishikawa, Japón, es ahora un problema porque los retrasos en la producción y la paulatina utilización por parte de Apple de cada vez más pantallas OLED en el iPhone y en el Apple Watch está haciendo que los negocios no les salgan bien. Aunque llevan mucho tiempo preparándose para proveer pantallas OLED a Apple, hasta ahora no lo han conseguido, y la disminución de pedidos de pantallas LCD también ha hecho que sus arcas reciban menos dinero del esperado. Actualmente, deben unos 800 millones de dólares.
Es por esa razón que están pensando en vender su fábrica, básicamente por el dinero que deben, para poder sanear sus cuentas. Los posibles compradores parece ser que son Sharp y Apple. Sharp, aunque es una empresa japonesa, pertenece ahora mismo al principal socio de Apple en la fabricación de muchos de sus productos: Foxconn.
Apple ha participado en el grupo de empresas que ha intentado mantener Japan Display sin quebrar, de ahí que invirtieran dinero en ellos, pero como pasa con todo en la vida, ellos tienen que cumplir también y si no lo consiguen, se encuentran con estos problemas. Actualmente, la inmensa mayoría de la producción de pantallas OLED la acapara Samsung Display, que ya fabrica las pantallas OLED del iPhone desde hace más de dos años, debutando con la del iPhone X en el 2017.
La noticia del intento de venta de la fábrica de pantallas LCD para smartphones a Apple o Sharp ha salido de la agencia de noticias Reuters. Sharp se ha limitado a decir que están considerando la oferta mientras que Apple ha declinado hacer ninguna declaración al respecto.
