Después de la denuncia de un abogado en Houston por el terrible bug de FaceTime que permitía escuchar o ver a otra persona remotamente, Apple se enfrenta ahora a otra demanda en Canadá por la misma razón.
Esta vez, podría ser más grave porque un juzgado de Québec busca compensación para todas las personas que hayan sido expuestas a este bug. Eso es lo mismo que decir que Apple tendría que pagar un dinero a todos los canadienses que tengan un iPhone, iPad o Mac con capacidad de recibir llamadas de FaceTime, que es la inmensa mayoría de los dispositivos iOS o MacOS que hay funcionando hoy en día. Si esto sale adelante, las cifras económicas podrían llegar a cotas astronómicas.
Por supuesto, si algo así ocurriera, produciría un efecto llamada para que se repita la historia en otros países, especialmente en EEUU.
Este problema, aunque fue atacado por Apple rápidamente desactivando las llamadas en grupo vía FaceTime para que deje de ocurrir, en realidad pudo estar ocurriendo varias semanas, desde que las llamadas grupales de FaceTime están disponibles. El día 30 de octubre de 2018 Apple lanzó iOS 12.1 y con esa versión, las llamadas grupales de FaceTime. Ese bug ha estado ahí hasta el día 28 de enero, así que han pasado prácticamente tres meses en los que la privacidad de millones de personas en todo el mundo ha estado expuesta a cualquiera que, como este niño de Arizona, hubiera intentado añadirse a si mismo a una llamada de FaceTime que espera conexión. Era algo tan sencillo como eso.
Apple simplemente no atendió a la madre de ese niño durante más de diez días, mientras intentaba ponerse en contacto con Apple por todos los medios, incluyendo su sistema de reporte de bugs Radar.