Epic Games anuncia que publicarán su propia App Store para poder poder publicar Fortnite y el resto de sus juegos en iPhone

Fornite volverá al iPhone. Epic Games ha confirmado que han conseguido una cuenta de desarrollador de Apple, imprescindible para presentar su propia App de App Store alternativa a la de Apple. Apple había cerrado su cuenta de desarrollador previamente por haber violado de manera deliberada las reglas que la compañía impone a todos los desarrolladores que publican Apps en la App Store, en referencia a los medios de pago. Epic Games decidió activar de manera online en su App un pequeño caballo de Troya que permitía pagar directamente con tarjetas de crédito por contenidos en Fortnite, en lugar de utilizar los medios de pago de la App Store y sin pagar la correspondiente comisión a Apple. Google hizo lo mismo.

iPhone X con Fortnite instalado
iPhone X con Fortnite instalado, a la venta en eBay por más de mil euros tras salir el juego de la App Store hace varios años.

Inmediatamente después, Epic Games les demandó a ambos, y desde entonces, pelea por conseguir publicar sus juegos por la cara en las dos plataformas móviles dominantes a nivel mundial, Android (en la Play Store) e iOS. Contra los primeros, ya ha ganado. Contra los segundos, podrá publicar de nuevo su juego, con pagos ajenos a la App Store como ellos querían, pero sólo en Europa, sólo en el iPhone (nada de iPad) y además de eso pagandao 0,50€ por cada copia de Fortnite instalada que supere el millón, algo que ocurrirá muy probablemente en un mercado de más de 300 millones de personas.

Esta es la razón por la que los juegos gratuitos lo tienen muy difícil para salir de la App Store. Sin embargo, Epic Games ya ha dado a conocer que van a ir por ese camino, nos imaginamos, escocidos por llevar tanto tiempo sin poder ofrecer a los usuarios de iPhone en todo el mundo su juego más popular.

Fortnite

Ahora, a Epic Games le queda esperar a que obliguen a Apple a abrir la App Store fuera de la Unión Europea, algo que se antoja bastante más difícil y que probablemente dependerá también de lo que ocurra en el viejo continente. La presión regulatoria es bastante menos fuerte en EEUU, un país más dado a dejar a las grandes corporaciones hacer lo que les parezca bien.

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