En una entrevista concedida a Inverse, los responsables del marketing de varios productos de Apple nos cuentan por qué piensan que ahora los Macs, iPads o iPhones son máquinas de gaming en toda regla, capaces de competir con PCs con gráficas potentes, líderes del mercado de los videojuegos fuera de las consolas desde hace muchos años.
Gordon Keppel, responsable de marketing para Macs, cuenta en esa entrevista que el salto a Apple Silicon en los Macs ha permitido utilizar una arquitectura de GPUs universalizada entre todos sus productos, haciendo que el desarrollo de un videojuego sea prácticamente idéntico cuando se hace para Mac, iPad o iPhone. Básicamente, con un único desarrollo se pueden cubrir todas esas tres plataformas.
Un claro ejemplo de eso es el videojuego Resident Evil Village cuyo lanzamiento para iPhone, iPad o Mac fue casi simultáneo, con sólo unos pocos días de diferencia.
Esta facilidad de desarrollo viene dada por la GPU utilizada en todos los procesadores M1, M2 o M3 de Apple, que con más o menos potencia, está basada en exactamente las mismas librerías y metodologías, mientras que antes era posible encontrar Macs con gráficas integradas de Intel o de proveedores externos como AMD, o incluso Nvidia varios años atrás, cuando ambas compañías aún colaboraban.
Además de la facilidad de desarrollo, estas GPUs que llevan ahora los procesadores de Apple son muchísimo más rápidas y potentes que antes, llegando incluso a tener ray tracing acelerado por hardware, algo realmente importante para conseguir juegos AAA con gráficos muy realistas.
En definitiva, una entrevista en la que intentan vender la idea de que el desarrollo de grandes títulos AAA ahora es posible para las plataformas de Apple. El tiempo dirá si es realmente efectiva y los grandes estudios de videojuego más allá de los que colaboran directamente con Apple como Capcom, se interesan y lanzan versiones de sus videojuegos también para iOS, iPadOS y macOS en el futuro. Esta ha sido, de manera histórica, una de las asignaturas pendientes de Apple, porque los Macs nunca han tenido una imagen de máquinas de gaming y cambiar esa percepción popular va a ser realmente muy difícil.