Twitter está al borde de la quiebra, con una enorme deuda. Es algo conocido y Elon Musk se ha encargado de difundirlo aún más. Para paliar este problema en parte, tiene como objetivo incrementar notablemente los ingresos por publicidad. Entre otras medidas como ofrecer 250.000 dólares en anuncios gratis a las empresas que quieran contratar publicidad en esta red social, ahora han decidido que eso de acceder a sus tuits sin publicidad, no está bien. Es muy probablemente la razón por la que han baneado Apps de terceros como Tweetbot, Twitterrific, Aviary, Echofon, Birdie y otras.
Ayer confirmaron que simplemente están aplicando las reglas de su API, y hoy en Engadget confirman que una semana después de cortar el acceso, han actualizado las reglas de utilización de su API en el acuerdo con desarrolladores. En estas nuevas reglas dicen que no se permiten aplicaciones que imiten la App oficial.
Dicho de otra manera, Twitter ya no admite ninguna App de terceros para que su App oficial sea la única que exista. Recordemos que, en su App, todos los usuarios ven anuncios, incluso los suscritos a Twitter Blue, su subscripción de pago. Incluso esos usuarios que pagan, ven anuncios. Ven menos, sí, la mitad aproximadamente, pero los ven. Eso quiere decir que además de la suscripción, también siguen cobrando por mostrar tuits promocionados, anuncios de vídeo etc.
El tiempo dirá si esta decisión de Musk le permite ganar más dinero y sacar a la empresa de la quiebra. Todo lo que podemos decir los usuarios ahora mismo, es que Twitter es mucho peor ahora de lo que era antes de que él llegara. El sentido común dicta que para que más usuarios utilicen Twitter y por lo tanto se muestren más anuncios, deben ser mucho más accesibles. Si, por ejemplo, hubieran hablado con los desarrolladores de esas Apps para que también mostraran anuncios si querían seguir ofreciéndolas, probablemente se hubiera solucionado este problema. Lo que han hecho en lugar de eso se cortar el acceso sin previo aviso, mantener a todos en la oscuridad durante casi una semana y luego actualizar las reglas de utilización de su API para prohibir su utilización en los términos que lo hacían estos desarrolladores. No se puede hacer de peor manera.