Después muchas declaraciones fuera de tono en la habitual deriva sin sentido en la que se ha metido Elon Musk en los últimos años, ha decidido dar marcha atrás respecto a la situación de X en Brasil, cerrar las cuentas acusadas de difundir información falsa por jueces del tribunal supremo de ese país, y volver a abrir legalmente la empresa allí, designando además a una persona responsable de la misma.
Todo esto se podría haber evitado desde el principio si este señor hubiera tenido un poco de sentido común. Tan sencillo como eso. Según cuentan en el New York Times, X podría estar de vuelta en Brasil en unos pocos días tras haber aceptado las demandas judiciales, pagar las multas correspondientes.
Lo más irónico de toda esta historia, es que esta no es la primera vez que un gobierno pide a X que elimine contenidos o cuentas que difunden información falsa. India o Turquía, por ejemplo, lo han hecho, mediante estricta petición judicial tras verificar los hechos, y X ha eliminado esas cuentas. Sin embargo, en Australia y Brasil, X se ha negado. Musk acusaba a esos gobiernos de censura, pero no a los de Turquía e India, inexplicable porque pedían exactamente lo mismo. Es de suponer que la respuesta de X depende del pie con el que Musk se levanta cada día.
X tenía 20 millones de usuarios en Brasil. Tras el bloqueo, estos usuarios se han ido a Threads o a Bluesky, así que ahora queda por ver cuántos de ellos van a volver a X cuando vuelva a estar disponible en Brasil.