Fudge, una de las fuentes de la que en los últimos años han salido rumores de futuros productos de Apple que resultaron ser ciertos, ha compartido en Reddit lo que él cree que es el futuro de los Macs con CPU ARM de Apple en el futuro próximo. La verdad es que la mayoría de nosotros esperábamos que ese salto a la arquitectura ARM para los Macs llegaría unos cuantos años más tarde, pero contrariamente a eso todos los rumores apuntan a que podría ser tan pronto como el próximo día 22 de junio, concretamente en la Keynote de apertura. Tiene muy buenas fuentes de información y aunque esto parece ser sólo su opinión, está basada en lo que ha escuchado de esos mismos contactos.
Según cuenta, Apple prepara una transición de sus Macs a las nuevas CPUs ARM que ellos mismos diseñan en cuatro fases. La primera fase empezó en el año 2015, y la última fase, terminará en el año 2023 o 2025. Esas cuatro fases son lanzar al mercado un Mac con un chip T1, enfocado a la seguridad. Luego otro Mac con chip T2. Luego lanzar al mercado un Mac con CPU ARM, de bajo coste, y especificaciones modestas pero en toda una nueva arquitectura basada en chips de la casa. Por último, pasar el resto de los Macs más potentes de Intel a ARM, con chips propios aún más potentes, probablemente con muchos más núcleos en los modelos más potentes.
En los MacBook Pro con Touch bar del año 2016, nos encontramos por primera vez un procesador ARM de Apple controlando Touch ID, pero también otras funcionalidades relacionadas con la seguridad, con la cámara FaceTime, con el micrófono, con el control de la velocidad de los ventiladores… hace muchas cosas, gracias a un pequeño sistema operativo propio, similar al de watchOS (BridgeOS), que funciona para que se SoC (System on Chip) provea una serie de funcionalidades a macOS. Este fue el primer paso de Apple en la transición de Intel a ARM. Aunque este procesador es un chip auxiliar, y no la CPU principal, ya se puede decir que Apple tiene uno de sus chips ARM en el MacBook Pro.
A partir del año 2018, Apple introduce un chip T2 en el MacBook Pro, y también en el MacBook Air, en el iMac Pro, en el nuevo y mucho más potente Mac mini… la lista de modelos es mucho más amplia. El T2 está basado en el procesador T8012, que es una versión mejorada del diseño del T8010 que lleva el chip A10 de Apple, utilizado en el iPhone 7. Es un chip mucho más potente que el T1 en cuanto a rendimiento y por eso Apple le encarga tareas mucho más complejas, como todo el sub-sistema de audio, o ser clave en el sistema de cifrado de lo que se almacena en la memoria de almacenamiento o en el secure enclave en donde se guarda la información que permite desbloquear el ordenador con Touch ID. También se encarga de todo el arranque del ordenador para garantizar que no hay ninguna modificación que comprometa la seguridad del sistema, o de tareas de codificación y decodificación de imágenes y vídeo. Es un co-procesador en toda regla, a pesar de funcionar con una arquitectura ARM, totalmente diferente de la x86 que usa la CPU principal de Intel.
La tercera fase, que supuestamente empieza el próximo 22 de junio con la presentación de un MacBook con CPU principal ARM, marcará el comienzo de esta transición de manera pública y notoria. Se espera que este MacBook sea como el de 12 pulgadas que tenían antes a la venta, con una CPU A14x que tiene entre 8 y 12 núcleos. Fudge también ha escuchado rumores de que tendría una radio celular que le permita conectar a redes 5G directamente… estamos hablando, efectivamente, de una especie de mezcla de un Mac y un iPhone o iPad.
Las CPUs ARM de Apple, aunque ya son muy potentes y pueden superar a las CPUs de Intel para ordenadores portátiles, no pueden todavía competir con las CPUs más potentes de Intel para equipos de sobremesa. Esto es precisamente lo que llegaría en la cuarta fase, con la transición del resto de modelos de Mac a CPUs propias, ARM, con muchos más núcleos y muy probablemente más potente que cualquier procesador de Intel en cada rango de rendimiento.
Después de 15 años de CPUs de Intel, todos los usuarios esperan que este cambio a CPUs propias suponga una mejora no sólo de autonomía de batería, sino también de rendimiento. Los nuevos Macs tienen que ser más potentes que los anteriores con CPUs Intel, en todas las tareas. Tienen que ser mejores en todo, porque de lo contrario, el cambio de arquitectura no estaría justificado. Van a ser unos años interesantes para el Mac a partir de ahora.