La famosa compañía de aspiradoras robotizadas iRobot acaba de quebrar, y lo que queda de ella ha sido comprado por una empresa china llamada Picea, encargada de fabricar sus dispositivos. Por decirlo de alguna manera, es la Foxconn de iRobot.

Tal y como cuentan en el Wall Street Journal
iRobot se popularizó mucho hace quince años porque sus aspiradoras llenas de sensores y totalmente autónomas supusieron un avance enorme en ese mercado. Eran caras pero también espectaculares en cuanto a rendimiento y tecnología. Hacían un mapa de la casa automáticamente, y cuando estaban cerca de agotar la carga de su batería, se iban a su estación de carga de manera totalmente autónoma, cargaban, y continuaban su trabajo de limpieza donde lo dejaron. En aquel momento, sólo las iRobot hacían eso.
Sin embargo, con el tiempo muchas marcas chinas empezaron a copiar la idea y fabricaron aspiradoras similares a las de iRobot. Como suele ocurrir, con el paso del tiempo llegaron a ser mejores. iRobot dejó de vender tanto como al principio, y en su caída intentaron unirse a Amazon. Sin embargo, tanto por parte del gobierno norteamericano como por parte de la Unión Europea, los reguladores no permitieron la venta a Amazon por miedo a que el gran marketplace mundial que supone esta empresa favoreciera las iRobot por delante de las demás marcas, y por lo tanto, el trato murió, no se hizo realidad, y iRobot continuó operando por su cuenta, hasta que hoy, se ha declarado en bancarrota.
Todas las aspiradoras de iRobot continuarán siendo funcionales durante el proceso de venta a Picea. Después, qué pasará, nadie lo sabe.
Lo más preocupante de este resultado es que iRobot tiene mucha información de muchos hogares, como por ejemplo el mapa de todas las viviendas en donde se han utilizado. Había dudas sobre si esta información se podía poner en peligro, y ahora esta empresa norteamericana acaba en manos de una empresa China, y con ella, también todos esos mapas de hogares de personas de todo el mundo, pero sobre todo norteamericanos. El valor que esto pueda tener puede ser tema de debate, pero desde luego es irónico que en EEUU se preocupan tanto de que los datos de sus ciudadanos no terminen en manos Chinas hasta el punto de prohibir TikTok primero y luego obligar a vender la parte norteamericana, y ahora iRobot acabe en China sin nadie levante la ceja ni un poquito en la administración de Trump.























