Desde hace mucho tiempo, está circulando este vídeo por Internet, y hasta ahora nunca lo habíamos comentado. En él podemos ver como alguien con un datáfono de cobro con una cantidad de dinero introducida, se acerca a una persona supuestamente despistada con su cartera en su bolsillo, y le cobra un dinero sin que se de cuenta en ningún momento. Si bien esta situación es técnicamente posible, en este artículo os vamos a explicar por qué esto no es ningún problema grave y también por qué es mucho mejor idea dejar las tarjetas en casa y registrarlas en Apple Pay.
Lo que acabas de ver es simplemente un cobro a una tarjeta de débito o crédito inalámbrica introducida en la cartera que hay en el bolsillo trasero de la persona que hay de espaldas. El datáfono se configura para cobrar, lo acercan a la tarjeta en la cartera, y se autoriza el pago con la misma.
Para empezar, en este vídeo (y en los miles de tuits en donde se está compartiendo – a estas alturas no podemos saber cuál es la fuente original del mismo), que probablemente se trate de algo preparado (tanto el que paga como el que cobra, están de acuerdo), el señor que tiene el datáfono y está cobrando un dinero no nos muestra la cantidad de dinero que el datáfono está cobrando. Este punto es clave por una sencilla razón; Habitualmente, los pagos inalámbricos están diseñados para pequeñas cantidades de dinero, generalmente micro-transacciones cotidianas como, por ejemplo, pagar el menú de un restaurante, o una pequeña compra en el supermercado. Por esa razón, los pagos inalámbricos están generalmente limitados a 20€. Como la cuantía es baja, tampoco se pide número clave para autorizar el pago. Si el cobro supera los 20€, incluso pagando inalámbricamente, se pide el código.
Esto quiere decir que en el caso de que alguien intentara estafarnos de esta manera, la cuantía de dinero perdido tampoco sería muy elevada, y en cualquier caso siempre podríamos pedir al banco o emisor de la tarjeta que nos devuelva ese pago indebido, algo que está garantizado en este tipo de pagos precisamente porque el importe es reducido. Pero es que además hay que tener en cuenta que esto sólo funcionaría si no tenemos cualquier otra tarjeta con un chip IC en la cartera (algo muy probable estos días). Cuando hay más de una tarjeta que el sistema pueda leer, es necesario separarlas para que se autorice la compra.
Lo que más gracia hace de este vídeo es que no hace muchos años era habitual entregar a un camarero por ejemplo una tarjeta de crédito y esperar a que viniera con el recibo para firmar. Durante esos minutos, el camarero podría hacer lo que le pareciera bien con esa tarjeta, como cobrar cualquier cantidad o pagar cualquier cosa en Internet, sin que el propietario de la tarjeta se diera cuenta, y eso no parecía preocuparle a nadie. Sin embargo, hoy en día parece que tener una tarjeta con cobro inalámbrico es un problema de seguridad, cuando en realidad, no es el caso.
En cualquier caso, la mejor manera de evitar este problema es simplemente registrar tu tarjeta de crédito o débito en Apple Pay. De esta manera, además de poder pagar inalámbricamente en cualquier lugar, si alguien intenta cobrarte un dinero sin permiso no podrá conseguirlo porque en el caso de un iPhone X, XS, XS Max o XR, es necesario estar mirando a la pantalla y que Face ID reconozca nuestro rostro. En el iPhone X y modelos anteriores hasta el iPhone 6, es necesario que Touch ID reconozca la huella dactilar del usuario para autorizar un pago inalámbrico con Apple Pay. Las tarjetas, una vez registradas, las podemos dejar en casa, porque no las vamos a necesitar más. Esta, es de lejos la manera más segura de utilizar una tarjeta de crédito, y al mismo tiempo, es también la manera más segura y rápida que existe hoy en día. Te evitas hipotéticos problemas como el del vídeo de arriba. Además, ya que se está comprobando la identidad del usuario, tampoco hace falta introducir la clave de la tarjeta cuando se abonen cantidades por encima de los 20€.