Las acusaciones colectivas, o los class action lawsuit de los EEUU en los que un grupo de personas afectadas por un mismo problema demandan a una empresa, no son tan habituales en Europa, pero en el Reino Unido han intentado llevar a cabo una de estas acusaciones contra Google, por obtener datos privados de usuarios de iOS sin su consentimiento.
Cuando esto ocurrió, Safari tenía un ajuste que permitía al usuario aceptar o denegar compartir datos de navegación con empresas publicitarias como Google, con el objetivo de personalizar los anuncios que ven en diferentes páginas web, entre otras a través de la red de publicidad AdWords de Google. Cuando esa opción está activada, efectivamente no se debería poder recolectar información del usuario, como las webs que ha visitado antes por ejemplo, o las búsquedas que ha hecho. Sin embargo, Safari hacía una excepción a este ajuste, sólo en el caso de que el usuario estuviera rellenando un formulario.
En Google lo descubrieron, y decidieron publicar anuncios que hacían pensar a Safari que eran un formulario, aunque de manera invisible para el usuario. El resultado es que este ajuste quedaba inhabilitado y por lo tanto podían personalizar los anuncios para esos visitantes de Safari en iOS. Fue, a todas luces, un aprovechamiento de esa excepción con el objetivo de conseguir datos de usuarios incluso si ellos no quieren, y habían activado ese filtro de privacidad en los ajustes de Safari en la App de Ajustes.
La noticia de hoy es que un juez en Londres ha declinado continuar con una acusación colectiva que pedía que Google pagara 500 libras esterlinas, unos 570€ al cambio actual, a cada usuario que se apuntara a esta demanda. El resultado podría ser desastroso para Google porque 5,4 millones de personas se vieron afectadas por este problema, aunque no lo supieran. Hubiera supuesto el pago de unos 3000 millones de Euros, unos cuantos millónes arriba, o millónes abajo.
Google sólo dejó de utilizar esta técnica cuando la noticia salió publicada en el Wall Street Journal. Alegaron que no fue intencional, algo muy difícil de creer porque hay que conocer muy bien Safari para iOS para conseguir algo así… y hay que modificar los anuncios para que utilicen la técnica. En EEUU, Google ya ha pagado una multa de 22,5 millones de dólares por esta práctica, aunque obviamente ese dinero es sólo calderilla para ellos.
Vía: Reuters.