El Kissenger es como se llama uno de los accesorios más WTF ante el que hemos tenido la oportunidad de sorprendernos últimamente. Se trata de un accesorio que, conectado a nuestro iPhone, permite enviar besos a distancia.
Una superficie mide la intensidad y forma de los labios de una persona al dar un beso, y la transmite a otro accesorio igual, que en este caso transmite esa misma fuerza y forma a otra persona que ya tenga sus labios situados sobre el mismo. La simulación se parece mucho a un beso real, aunque obviamente no es lo mismo… y tampoco funciona con lengua (menos mal )
La plataforma de besado está hecha de silicona, y en realidad, sus diseñadores hablan de este accesorio como un robot. La idea es que alguien al otro lado del mundo le de un beso a su robot para que tu robot te lo transmita a ti, por muy lejos que estés. Obviamente no es lo mismo que un beso de verdad, pero al menos sabes que esa presión y forma vienen de los labios de ser querido, y quizás, eso te haga obviar que estás poniendo tus labios sobre una pequeña plataforma de silicona, como si estar lejos de alguien que quieras besar no fuera ya lo suficientemente duro.
El dispositivo, aunque pueda parecer lo contrario, no se conecta al puerto de datos Lightning del iPhone, sino a su puerto minijack de auriculares, así que la llegada del iPhone 7 sin ese puerto tiene que haberles incordiado bastante
Si te interesa algo así, tienes aquí su página web oficial.
