La jueza Yvonne Gonzalez Rogers ha dictaminado que Apple no ha acatado la orden judicial que en el año 2021 les obligaba a abrir la App Store a medios de pago de terceras empresas, además de los propios, para evitar una posición monopolística que perjudica la competitividad. Como probablemente ya sabrás, después de aquella orden, Apple empezó a permitir pagos fuera de la App Store, pero continuaba cobrando una comisión, que si bien es ligeramente más baja cuando no se utiliza su propia plataforma de pago, sigue cobrándose. Gonzalez Rogers ha dejado bien claro en un escrito de 80 páginas que Apple además tenía orden de no impedir a los desarrolladores de Apps enlazar a fuentes de pago externas, y ahora, efectivamente eso es posible, pero mostrando pop-ups y mensajes que asustan al usuario indicando que los pagos fuera de la App Store pueden ser peligrosos y fraudulentos.

A la jueza se le ha acabado la paciencia. Se le nota enojada, y, la verdad, no es sorprendente porque Apple lleva años intentando no seguir estas órdenes judiciales bordeando lo permisible en las interpretaciones de esas obligaciones. Dice que Apple, de manera deliberada y planeada, decidió no seguir las órdenes que tenía. Desde nuestro punto de vista, quizás han hecho el cálculo y visto que es más rentable pagar las posibles hipotéticas multas que les podrían imponer que dejar de cobrar comisiones del 27% en pagos externos.
Lo que ha pasado dentro de Apple, se puede resumir de manera sencilla. Phil Schiller quería seguir esas órdenes judiciales y no cobrar comisión por pagos externos. Luego el CFO Luca Maestri junto con Alex Roman y el CEO Tim Cook no estaban de acuerdo con eso, y tomaron la decisión de cobrar ese 27%, una comisión ligeramente más baja, pero todavía una comisión, por pagos externos. El resultado es que ahora la jueza Gonzalez Rogers les obliga a dejar de cobrar comisión alguna por pagos externos y a permitir enlazar a los mismos de las Apps sin restricciones de ningún tipo, de manera efectiva inmediatamente. Es decir, deben hacer lo que Schiller sugería que Apple debería hacer al principio de toda esta historia.

El resultado es ahora un golpe para la imagen de Apple, uno más. Por alguna razón, la compañía parece… éticamente perdida, especialmente en los últimos años. Deciden prometer y anunciar funcionalidades de inteligencia artificial que no tienen funcionando ni siquiera en pruebas, deciden no seguir órdenes judiciales que están legalmente obligados a seguir, mienten deliberadamente en el juicio en el que se determina todo esto… y todo esto es, en última instancia, responsabilidad de Tim Cook. Probablemente tiene mucho en lo que pensar estos días. Esta Apple, es una Apple extraña.