¿De dónde vienen todos los componentes que hay en un iPhone?

El Financial Times ha publicado un excelente artículo en el que se explican las muchas razones por las que un iPhone no se puede fabricar en EEUU, da igual cómo lo intentes o la cantidad de dinero que se quiera invertir en el intento. Simplemente, es técnicamente imposible, siguiendo con lo que Tim Cook nos contó hace unos días. La razón por la que el iPhone se fabrica en China o recientemente en India, va mucho más allá de la leyenda urbana de los supuestos sueldos bajos de los chinos. Es, básicamente, lo que se muestra en este mapa y ranking de países desde los que vienen más componentes que se utilizan en un iPhone.

Mapa del origen de componentes que se utilizan en un iPhone
Mapa del origen de componentes que se utilizan en un iPhone, vía Financial Times

El mapa es demoledor. EEUU es el país de origen de 32 de los componentes, en tercera posición, pero es el único país occidental del top-10 de países. El siguiente, en posición 12, es Alemania. La inmensa mayoría de componentes de un iPhone, vienen de países asiáticos, y entre todos ellos, de China y Taiwán en su inmensa mayoría.

No sólo eso, sino también el ensamblaje y lo que supone tener que fabricar, digamos, 80 millones de un modelo determinado de iPhone en un sólo año. Simplemente, e incluso pagando mucho más dinero por sus salarios, no hay mano de obra cualificada suficiente en EEUU. Pero vamos a plantear la hipótesis de que la hubiera; En ese caso, un iPhone de menos de mil dólares costaría por encima de los 3.000 dólares. Esto, es lo mismo que decir que Apple no podría venderlos, mucho menos exportarlos a países en donde el poder adquisitivo es mucho más bajo que en EEUU.

Fábrica de Foxconn

La última marca que intentó fabricar un smartphone en EEUU, fue Motorola, en el año 2011. Montaron una fábrica en Fort Worth, en el estado de Texas, y sólo un año después, la cerraron porque no eran capaces de vender las máquinas que hacían ahí. En cualquier caso, hablamos de un único modelo determinado de un móvil de Motorola, porque como hemos indicado antes, es simplemente imposible hablar de varias decenas de millones de unidades fabricadas en sólo un año en EEUU.

Por último, con los aranceles actuales, importar el 95% de las piezas que conforman un iPhone desde todos esos países de la lista a EEUU, también encarecería muchísimo el precio del producto final, incluso si lo único que se hace en EEUU, es el ensamblaje. Desde este punto de vista, ensamblar en China permite que la mayoría de componentes no se tengan que importar, porque, de todas maneras, se hacen en ese país. Si se quisiera ensamblar el iPhone en EEUU, primero habría que conseguir que esos cientos de componentes muy concretos y especializados se fabricaran en EEUU también, y aquí es donde entra el problema de la falta de especialistas muy concretos en el diseño y fabricación de esos componentes de alta tecnología.

Resumiendo, tal y como están las cosas actualmente, para que cualquier país quiera sacar de China la producción de algo tan increíblemente complejo como un smartphone, tendrían que pasar décadas para formar suficientes especialistas, invertir trillones de dólares o euros en levantar fábricas y conseguir las materias primas para hacer todo eso, y luego conseguir un auténtico ejército de millones de personas para poder ensamblar eso a un ritmo de 80-100 millones de smartphones al año, o más. Todo esto, obviamente, no va a pasar en un típico período de presidencia norteamericana de cuatro años, o incluso ocho si Trump consigue evitar la limitación constitucional que actualmente impide que tenga una tercera legislatura. Todo esto que acabas de leer es algo que China ha conseguido silenciosamente en las últimas tres o cuatro décadas, y razón por la que ahora son la segunda potencia económica mundial, la que probablemente será primera no tardando mucho.

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