La increíble cámara que ves bajo estas palabras es la Blackmagic URSA Cine Immersive, una cámara especialmente diseñara para grabar Spatial Video para las Vision Pro. Ojo, es trata de vídeo 180º que verdaderamente es 3D, con una grabación de vídeo 8K diferente para cada ojo, similar al Spatial Video que se puede grabar con un iPhone pero con una calidad brutalmente superior gracias a dos enormes lentes, dos sensores 8K funcionando en paralelo sin compresión de vídeo con pérdica gracias a códecs de video profesionales que generan enormes ficheros de video grabados en rapidísimos sistemas también profesionales de almacenamiento.
Sólo con ver la cámara, te puedes hacer una idea de que esto no es algo que cualquiera pueda llevar en un bolsillo, ni está dirigido al público general. Es, como casi todo lo que hace Blackmagic, una cámara dirigida al público profesional. Por eso cuesta tanto como aparenta: 30.000 dólares.
Te puede parecer una locura, pero en una producción de una serie o película todo ese dinero es una gota en el desierto de los presupuestos. Así es como funciona el mercado profesional de altísima gama, en donde sólo se acepta lo más punto que la tecnología actual pueda conseguir hoy en día.
Estamos hablando de vídeos a una resolución de 8,160 x 7,200 por cada ojo. Con la cámara te dan dos pantallas táctiles HDR de 5 pulgadas, una pantalla LCD externa, y la cámara cuenta con 8 terabytes de almacenamiento interno. Sí, has leído bien… almacenamiento interno para garantizar velocidad, y 8 TB de capacidad debido al peso de los ficheros de vídeo. Estas son algunas de las razones por las que Blackmagic pide 30.000 dólares por cada una de estas cámaras. Blackmagic es la empresa que hay detrás de el famoso editor de vídeo profesional DaVinci Resolve.
Nos parece que ya sabemos con qué cámaras van a grabar las próximas Keynotes en Apple