Tras presentar el nuevo iMac con M4 y el nuevo Mac mini con M4 o M4 Pro, ahora le llega el turno a los nuevos MacBook Pro con M4, M4 Pro o M4 Max. En una nueva nota de prensa, Apple ha presentado estos portátiles con la posibilidad de equipar las versiones más caras con un M4 Max, SoC que tiene una CPU de 16 núcleos y una GPU de 40 núcleos, el doble que la del M4 Pro.
Estos nuevos MacBook Pro vienen equipados, como el Mac mini ayer, con puertos Thunderbolt 5, la última generación. Las versiones con M4 Pro empiezan en los 24 GB de RAM como configuración mínima, igual que ocurre con el Mac mini. En la generación anterior con M3 Pro teníamos 18 GB de RAM como configuración mínima, así que la mejora de 6 GB más de RAM es significativa. Si te preguntas por qué las versiones Pro de los chips M de Apple se sirven ahora con configuraciones poco habituales de 18 GB en lugar de 16 o de 24 GB como es el caso del M4 Pro, la respuesta la tienes en el triple canal de acceso que tiene a la memoria. En el caso del M3 Pro ocurre en tres bancos de 6 GB cada uno, literalmente a tres chips de memoria integrada, en paralelo. En el caso del M4 Pro, son chips de 8 GB cada uno, en tres canales, da como resultado 24 GB. Las versiones no Pro del M4 o M3 acceden con un doble canal a los chips de memoria. Tienen menos ancho de banda en el acceso a la misma, siendo ésta una de las principales mejoras de las versiones Pro o Max, que mejoran su rendimiento mucho más allá del número de núcleos de la CPU o de la GPU.
La estrategia de Apple queda clara a la hora de decidir lo que mejoran entre el M4, M4 Pro y M4 Max. Básicamente son unos pocos núcleos más de CPU, y sobre todo, duplicar los núcleos de la GPU en cada escalón de rendimiento. Las mejoras que implementan van dirigidas sobre todo a la parte gráfica del chip, con GPUs mucho más potentes.
Los puertos Thunderbolt 5 ofrecen hasta 120 Gbit por segundo de velocidad de transferencia de datos, y permiten incrementar también el número de monitores externos que se pueden conectar precisamente gracias a eso. Thunderbolt 5 es totalmente compatible con USB4, que funciona a velocidades de PCIe 4.0. Esto, traducido en rendimiento, significa unidades SSD externas súper rápidas, ideal por ejemplo para editar vídeo sin utilizar la unidad SSD interna. En cuanto a las pantallas, se pueden conectar hasta tres pantallas 6K (si pudieras encontrar un monitor con un panel de esa resolución que no sea de Apple, tarea simplemente imposible) a 60 Hz vía Thunderbolt o HDMI, o una pantalla 6K a 60Hz y otra 8K también a 60 Hz. Si usas una pantalla 4K, el refresco puede llegar a los 240 Hz. La pantalla incorporada en todos estos MacBook Pro puede ser equipada con una lámina de vidrio nanotexturizado opcional por 170€ más.
Los colores son los ya habituales gris normal o gris oscuro, es decir, plata o negro espacial en el lenguaje de marketing de Apple. Todos en su tamaño de 14 pulgadas, el modelo con M4 de 10 núcleos de CPU y GPU, como el que tienen el iMac o el Mac mini básicos también, con 16 GB de RAM y 512 GB de SSD, sale por 1.929€. El modelo con M4 Pro (12 núcleos de CPU y 16 núcleos de GPU), 24 GB de RAM y 512 GB de SSD, se lleva 2.449€ de tu cuenta bancaria. El modelo con M4 Max con una CPU de 14 núcleos, GPU de 32 núcleos y 1 TB de SSD, es un sablazo de 3.840€. Si le pones la CPU de 16 núcleos y GPU de 40 núcleos, y además añades el vidrio nanotexturizado a su pantalla, cuesta 4.594€. Añadiendo un SSD de 8 TB y 128 GB de RAM, el precio se dispara hasta la locura de los 8.274€. Ahora, piensa que las versiones con pantalla de 16 pulgadas son aún más caras.
Este es el resumen de novedades del MacBook Pro con M4, M4 Pro o M4 Max.