Tal y como se esperaba, la fábrica que TSMC estaba construyendo y organizando en Arizona, ya está fabricando obleas del SoC A16, las primeras en territorio norteamericano. Después de varios retrasos y muchas complicaciones, han conseguido lo que muchos pensaban que era imposible… fabricar chips con un proceso de fabricación litográfico N4P (de 5 nanómetros en su segunda generación mejorada) exactamente iguales que los que fabrican en sus instalaciones del sur de Taiwán.
Este SoC (System on Chip), el A16, se utiliza en el iPhone 14 Pro y 14 Pro Max, además del iPhone 15 y 15 Plus. Son sólo dos generaciones por detrás del A18, el SoC de iPhone más actual de Apple, y una única generación de iPhone. Es un buen comienzo y todo un hito para la historia de Apple, porque por primera vez diseñan y fabrican sus propios chips en su propio país.
Por ahora la producción de estas obleas del A16 sólo sacan adelante un pequeño volumen de pruebas, pero es de esperar que en poco tiempo la producción se incremente. No se sabe todavía si el empaquetado en su caja de silicio se hace también en EEUU o incluso en esa misma fábrica, pero eso sería lo más razonable porque enviarlos a otro país para traerlos de vuelta no tendría mucho sentido en una fábrica que se ha construido en EEUU precisamente para evitar tener que hacer eso.
Muchas personas se preguntan por qué no se hace esto más, o se levantan fábricas de chips de última generación en Europa, por ejemplo. La vida no es tan sencilla. Estaría bien que lo fuera, pero lamentablemente, no lo es. Para empezar, no hay suficiente personal especializado en la fabricación de chips con procesos tan minúsculos fuera de Taiwán, y ésta, es una de las enormes y grandes ventajas que tiene la isla de Formosa y razón por la que Taiwán es el gigante tecnológico que es. TSMC no está en Taiwán por casualidad, sino porque allí hay una industria de semiconductores de ultimísima generación que hasta el día de hoy no ha podido ser copiada en ningún otro lugar del mundo. Sólo se acerca Corea del Sur, y esto es un hecho, a día de hoy TSMC en Taiwán no tiene rival en ningún lugar del mundo. Si además de la falta de personal hiper-especializado en la fabricación de chips no fuera suficiente problema, los salarios son mucho más caros y por lo tanto los chips fabricados también se encarecerían mucho. La presión fiscal también es mucho más fuerte, y también lo es la presión regulatoria. Todo esto junto hace que levantar una fábrica de fabricación de chips con procesos litográficos de última generación sólo sea realmente rentable si tienes ayudas del gobierno, e incluso así, sólo sale rentable si tienes el volumen de producción y venta que tiene Apple. Por todas estas razones, no es nada sencillo hacer lo que TSMC y Apple acaban de conseguir hacer en Arizona, aunque la mayoría de nosotros no seamos conscientes de eso.