En los últimos años Apple intenta diferenciar los modelos Pro del iPhone de los modelos normales, una estrategia muy diferente a la que utilizaban antes, en donde la única diferencia entre un modelo Pro y un modelo normal era básicamente el tamaño. Poco a poco empezaron a añadir diferencias en las cámaras traseras, con sensores más grandes y de mejor calidad, para pasar luego a añadir otras mejoras que llegan antes, como por ejemplo la Dynamic Island. En el caso del iPhone 14 y 14 Plus, han llegado incluso a dejar el procesador del iPhone 13 Pro, el A15 en lugar de utilizar la nueva generación, el A16, que se quedó en el iPhone 14 Pro y 14 Pro Max. El año pasado fue la primera vez que hicieron eso y este año podrían repetir, y además añadir otras diferencias importantes a colación de los detalles que se van descubriendo en los cables USB-C que se supone que Apple incluirá en la caja de todos los iPhone 15.
Este cable USB-C, nos cuenta Majin Bu, ha sido probado por Apple y puede utilizar hasta el protocolo USB 4, tiene 70 centímetros de longitud (que sorprende un poco viendo que los demás cables que han encontrado miden 1,6 metros) y soporta salida de vídeo digital 4K a 60Hz. Dicho de otra manera, es un cable para un conector USB-C Thunderbolt.
Por otro lado, este cable permite cargar el iPhone con una potencia de hasta 150W, aunque probablemente sea el propio iPhone 15 Pro el que limite esa potencia hasta los 35W.
Que el iPhone 15 no Pro se quede en velocidades Lightning (USB 2.0) puede llegar a ser entendible, pero probablemente a muchos usuarios no les guste nada esta limitación. Al menos, este año podríamos tener por primera vez un iPhone 15 Pro capaz de transferir los enormes y pesadísimos ficheros de vídeo 4K a 60 fps con mucha más rapidez que con cualquier conexión inalámbrica, por primera vez en la historia del iPhone, y ya es hora viendo que vivimos en el año 2023. Es probable, por otro lado, que estas velocidades USB 3.0 lleguen también a todos las versiones en la generación del iPhone 16.