En su reciente visita a Japón, Tim Cook también tuvo la oportunidad de ver al primer ministro de este país, Fumio Kishida, para hablar de las inversiones de Apple y también de la privacidad relacionada con la App Store, que, dicho de otra manera menos eufemística, viene a significar por favor no nos obligues a permitir otras App Store fuera de la nuestra.
Por el lado de Kishida, tenía en su agenda pedir ayuda a Tim Cook para que las tarjetas My Number en Japón pudieran integrarse digitalmente en Wallet. En muchas otras webs os van a explicar mal qué son estas tarjetas exactamente, porque desconocen su origen y razón de ser en la sociedad japonesa. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Japón ha reconstruido su país sin tener una tarjeta de identificación como tal, al estilo de los EEUU, que era el país que les ocupó durante un tiempo. Cuando uno en Japón necesita identificarse, utiliza por ejemplo el permiso de conducir, o cualquier otra tarjeta con una foto, pero no tienen como tal una tarjeta de identidad a la que estamos acostumbrados todos los ciudadanos en cualquier país europeo, por ejemplo. Por esa razón, el gobierno japonés lanzó una tarjeta voluntaria, que asigna un número a cada persona. De ahí el nombre My Number, en inglés (マイナンバー en japonés). Sin embargo, sólo el 49% de los japoneses ha pedido una.
¿Por qué ocurre esto? – porque para la sociedad japonesa, es una molestia tener que hacer una tarjeta en la que no ven muchos beneficios. El gobierno quiere que este número enlace a una persona con sus impuestos, con su seguridad social, información bancaria etc – tener todo unificado en una sola tarjeta, que además es suministrada con una contraseña de cuatro dígitos que elige su usuario, como si fuera una tarjeta bancaria. Para el ciudadano es útil porque con una única tarjeta es posible acceder a estos servicios sin necesidad de llevar más tarjetas encima, y puede facilitar trámites online porque la tarjeta tiene un chip NFC que, sí, se puede leer con un iPhone, y a través de la App Correspondiente, realizar varios trámites burocráticos que de otra manera serían mucho más lentos. Sin embargo, la tarjeta no está integrada en Wallet… y no lo está porque Apple, hasta ahora, no ha querido.
La razón por la que no ha querido, es la privacidad del usuario. Con ese número en malas manos, sería posible acceder a una plétora de información privada de una persona así como su situación fiscal, ingresos, cuentas bancarias o registro de salud, entre otras cosas. Para ser sinceros, no se puede negar que uno ya guarda toda esa información y más en un iPhone, aunque repartida en diferentes Apps; la del banco, la de Salud, la de Hacienda, etc – pero por alguna razón Cook le contestó a Kishida que están preocupados por las implicaciones de privacidad que podría tener esta tarjeta en el iPhone pero que les ayudarán a conseguirlo.
A cambio, Tim Cook también pidió a Kishida que tenga una mano amable con la regulación de la App Store. Apple se enfrenta en muchos países, también en Japón, a un futuro en el que la App Store no es la única manera de instalar Apps y App Store alternativas, como ocurre en el mundo de Android, pueden ser utilizadas. Apple pone la bandera de la privacidad y seguridad como principal razón para mantener una única App Store propia y prohibir las demás, pero la presión regulatoria en medio mundo no va por ese camino. Japón es uno de los países en vías de obligar a los fabricantes de smartphones y sus sistemas operativos a abrir la posibilidad de otras App store alternativas, y Cook quiere que Kishida le ayude a frenar o parar esa situación en Japón. Lo llaman privacidad, pero en realidad, se refieren a mantener el control total sobre las Apps que se pueden instalar en el iPhone.
Nos imaginamos que la reunión, con intérprete de por medio, ha ido por esos derroteros, ambos tomando nota de las peticiones del otro pero probablemente sin avanzar realmente. En cualquier caso, Apple es una de las empresas extranjeras que más invierten en Japón, desde sus comienzos. No en vano, la Apple Store de Ginza en Tokio fue la primera que Apple abrió fuera de los EEUU, y muchos componentes del iPhone, iPad, Macs etc son fabricados en Japón, por lo que Apple paga literalmente miles de millones de dólares a varias empresas japonesas. Hablamos de módulos de cámara (como la trasera del iPhone), memoria RAM, chips controladores, chips de memoria Flash, etc – la lista es larga. Sólo en los últimos 5 años, Apple ha invertido más de 100.000 millones de dólares en Japón.
Japón es también uno de los pocos países en donde la cuota de mercado del iPhone ha llegado a superar a la de todos los demás fabricantes Android juntos. Apple ha sido también el primer fabricante de móviles extranjero que realmente ha tenido éxito en Japón… o directamente, fabricante de cualquier dispositivo electrónico, como el iPod en años anteriores. Japón ha sido siempre un mercado complicado para marcas extranjeras porque la fuerza de empresas nacionales como Sony, Panasonic, Sharp, Mitsubishi o Toshiba entre muchas otras, conocidas en todo el mundo, es muy fuerte. Es algo que no ocurre en ningún otro país del mundo.