La fábrica que tiene Foxconn en Zhengzhou, responsable de la mayoría de los iPhones que Apple vende en todo el mundo, ha sido clausurada en un encierro más de los muchos que ocurren estos días a lo largo y ancho de China debido a un brote de Covid en su interior.
La empresa taiwanesa, principal (aunque no único) socio de Apple en la fabricación del iPhone, ha sido requerida a poner en cuarentena todo el complejo de edificios de las fábricas y sus alrededores, toda una pequeña ciudad en donde se alojan la mayoría de empleados que vienen de otros lugares lejanos de China en temporada alta, que es justo el momento del año en el que nos encontramos. Los empleados que quedan dentro, pueden desplazarse entre las fábricas y los edificios de dormitorios en donde se alojan, así como el supermercado, restaurantes o instalaciones deportivas, pero siempre sin salir de esa pequeña ciudad de Foxconn. Es por esta razón que tan pronto suena un rumor de un sólo caso de Covid, muchos empleados intentan salir sabiendo que si no lo hacen en ese momento, no podrán hacerlo en al menos una semana, o más. Es por esta razón que Foxconn ofrece hasta cuatro veces más dinero como incentivo para quedarse en la fábrica.
Ahora mismo, Foxconn fabrica iPhones (y muchos otros dispositivos electrónicos) tan rápido como pueden ya que son los iPhones que se fabrican ahora los que se venderán durante los días de Navidad, tradicionalmente el momento del año en el que más dispositivos electrónicos se venden en todo el mundo. Los empleados de Foxconn que se queden dentro de este complejo de edificios sólo pueden salir para recibir tratamiento médico.
Se espera que al menos en lo que queda de este año, en Foxconn tengan que reducir el volumen de producción ante sucesivos casos de Covid que obliguen a confinar a sus empleados. La política de Covid cero que el gobierno chino impone hace que este tipo de situaciones sean insalvables en lugares en donde literalmente trabajan cientos de miles de personas.