Apple y Google han decidido pedir a todos los desarrolladores que utilizan el SDK de seguimiento de usuarios de la empresa X-Mode porque se ha podido verificar que han vendido sus datos al gobierno de EEUU, y eventualmente han acabado en manos del ejército de ese país. Dicho de otra manera, militares han tenido acceso a datos de localización de usuarios norteamericanos en todo su territorio nacional, y también de muchos otros usuarios de otros países, alrededor del mundo. X-Mode ha dicho que han recolectado datos de 25 millones de usuarios en EEUU, y 40 millones de usuarios en el resto del mundo.
Para qué podría querer el ejército de EEUU datos de localización y otros detalles de usuarios de smartphones es algo que por ahora escapa a nuestra comprensión, pero en cualquier caso es obvio que no es algo que nos guste ni a los usuarios ni a la propia Apple o Google, que han esperado a que la investigación del caso haya terminado para tomar esta decisión. Todo este problema se dio a conocer con este artículo de Vice.
Así, los desarrolladores tienen unos pocos días para eliminar el SDK Social de X-Mode de sus Apps, si lo estaban utilizando antes, si no quieren ver cómo sus Apps son eliminadas de la App Store.
X-Mode por su lado aleja que se les está tratando injustamente porque muchas otras empresas competidores de ellos hacen lo mismo y sin embargo su nombre no aparece en las noticias. Justificar lo que uno hace porque lo hacen muchos otros, es bastante infantil y poco profesional, pero este es el problema que ha tenido la proliferación de los smartphones y las Apps sin sistemas ni legislación que regularan anticipadamente el problema de la recolección de datos de los usuarios.
Estos datos, por supuesto, suelen ser anónimos, es prácticamente imposible poder identificar a una persona concreta en un lugar o seguir lo que hace, pero sí que se puede crear una especie de huella digital con la combinación de muchos de estos datos anónimos para conseguir identificar a un usuario concreto, que, aunque es anónimo, sí puede ir contando la historia de los lugares que visita, dónde vive (donde duerme), donde trabaja, qué cosas le gustan etc.
Es interesante ver a Google colaborando con Apple en este problema cuando es la propia Google la que vive también de patrones similares de recolección de datos de sus usuarios. Apple por su lado sólo recolecta datos anónimos de utilización del iPhone de usuarios que consienten compartir estos datos anónimos de manera explícita. Cada vez que uno configura un iPhone o Mac por primera vez estas preguntas le asaltan varias veces en pantalla haciendo todo el proceso bastante tedioso pero así es como funciona hoy en día el mundo de la tecnología.
Vía: Wall Street Journal.