Donald Trump visitó ayer la fábrica en la que Apple ensambla del Mac Pro en Austin, Texas. Apple aprovechó la coyuntura para publicar una nota de prensa en la que da a conocer una inversión de los beneficios que tiene aproximadamente en una semana, unos 1000 millones de dólares, para un nuevo campus de oficinas en esa misma ciudad. Lo curioso del caso es que Trump anunció que Apple abría una fábrica en EEUU cuando, en realidad, se trata de una fábrica que Apple lleva muchos años utilizando y que, de hecho, ni siquiera es suyo. Es de la empresa Flextronics, que empezó en Singapur con capital anorteamericano y finalmente se trasladó al norte de California.
La cara de Tim Cook era un poema. En la visita, Trump primero y Cook después hicieron unas declaraciones congratulándose por la creación de empleo en norteamérica.
Trump dijo esta falsedad sin que Cook le corrigiera después de ninguna manera;
De hecho, ha publicado en su cuenta de Twitter que él ha abierto esa fábrica – dejando eso a un lado, la verdad es que Trump no tiene nada que ver con ese lugar y lo que se hace en él.
Today I opened a major Apple Manufacturing plant in Texas that will bring high paying jobs back to America. Today Nancy Pelosi closed Congress because she doesn’t care about American Workers!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 20, 2019
Esto, es simplemente falso. Apple fabrica ordenadores en ese lugar desde el año 2013. Tiene los mismos 500 empleados con los que empezó, mientras que en China Apple sí que emplea literalmente a millones de personas a través de su socio OEM Foxconn y otros similares. A pesar de lo que el Presidente Trump dijo, Tim Cook no dijo nada sobre ese pequeño detalle. Después de todo, ¿quién es él para corregir a todo un presidente de los EEUU de América?
Eso sí, Trump, preguntado por la exención de aranceles a las importaciones de productos de Apple desde China, contestó que lo consideraría, que es casi como decir que lo hará, así que ahí es donde vemos el objetivo de la nota de prensa de ayer, de la visita de Trump y del silencio de Tim Cook. El CEO de Apple simplemente está haciendo su trabajo y mirando a otro lado cuando puede, muy probablemente mordiéndose la lengua con muchas cosas, al menos hasta que Trump termine su mandato.