Los pagos integrados dentro de las Apps han dado mucho que hablar en los últimos años, y desde el momento en el que Apple ha permitido suscripciones automáticas, ha habido una minoría de desarrolladores que han abusado del sistema para cobrar suscripciones muy altas por servicios o contenidos que dejan mucho que desear. Es todo un abuso, pero gracias a eso, hay personas que ganan mucho dinero y usuarios que están pagando un servicio que no utilizan o que no tiene realmente valor, por varias razones; por un lado el usuario no entiende bien lo que está haciendo, porque es muy joven (un niño) o porque es muy mayor (ancianos) o simplemente porque no se preocupa de comprobar los recibos de las facturas que Apple envía por email. Por otro lado, Apple no comprueba ni hace nada ante servicios que quizás te cobran, por ejemplo, 50 dólares a la semana por poder descargar fondos de pantalla en un iPhone que de todas maneras están disponibles gratuitamente vía Safari. Muy pocos usuarios pican en esta trampa, pero con los pocos que lo hacen, esos desarrolladores ganan mucho dinero. Es el mismo principio que hace funcionar el envío de spam masivamente a millones de cuentas de email en todo el mundo, todos los días. Sólo hace falta de un 0,00001% de usuarios incautos para que salga rentable.
Debido a este problema, a Apple últimamente se la critica mucho por no tomar cartas en el asunto. Parece que esa presión empieza a hacer efecto, y por esa razón desde ayer la compañía está pidiendo una segunda confirmación antes de empezar a pagar por una suscripción en una contratación integrada dentro de una App.
El sistema anteriormente pedía una sola confirmación a modo de Touch ID en el botón Home, o de Face ID tras pulsar dos veces el botón de encendido, como cuando uno descarga una nueva App. Este sistema es bueno, pero Touch ID a menudo es tan rápido que basta estar rozando el botón Home con el dedo gordo al sostener el iPhone en la mano para autorizar un pago o descarga casi sin darse cuenta. Con Face ID, aunque es también muy rápido y cómodo, es menos peligroso porque la configuración por defecto requiere tener la vista fijada en la pantalla (no basta con tener sólo la cara delante del iPhone) y además el usuario tiene que pulsar activamente el botón Home dos veces.
Probablemente debido a esa relativa facilidad con la que uno puede pagar por un servicio o descarga añadido, dentro de una App, en Apple han decidido mostrar un segundo pop-up de confirmación cuando se trata de una suscripción, y que hay que cancelarla al menos un día antes del día de cobro para que no renovarla más, y dejar de pagar periodicamente. Es una buena noticia de algo que debería haber estado configurado así desde el principio, y que hará las cosas un poco más difíciles a los desarrolladores que se aprovechan de esta situación. Los que genuinamente ofrecen algo de valor con un pago integrado en su App, no verán bajar sus ingresos porque las personas que se suscriban lo harán sabiendo perfectamente lo que hacen, de todas maneras. Las suscripciones de verdad no se verán afectadas por este cambio.