Hoy en día nos parece natural que si Apple lanza al mercado un altavoz, éste tenga Siri. Así ha sido; El HomePod tiene a Siri como uno de sus principales atractivos y su diseño muestra orgulloso el ya familiar dibujo nebuloso que identifica al asistente en cualquier pantalla.
Sin embargo, parece que los planes iniciales de Apple no iban a ser así. El HomePod, se diseñó inicialmente como un dispositivo sin Siri, algo que ahora sorprende mucho porque todas las grandes empresas tecnológicas como Amazon o Google implementan Siri en sus altavoces inteligentes… y esa parece haber sido, precisamente, la razón de un cambio de rumbo que tuvo lugar en el año 2015, cuando Amazon lanzó al mercado su altavoz con Alexa, su propio asistente. El primer altavoz de Amazon con asistente, no obstante, salió al mercado en el año 2014… y lo llamaron Echo. Tras ver ese éxito, o su utilidad, en Apple decidieron que su altavoz debía tener Siri, según un artículo de The Information, muy crítico con los de Cupertino, en donde cuentan cómo Siri se convirtió de una ventaja competitiva a una patata caliente, es decir, un problema que no saben muy bien cómo resolver.
Es un hecho que Siri, con el paso de los años, no ha evolucionado tan rápidamente como lo han hecho los asistentes de Google o Amazon. Hace más de un año, ya os lo contamos en iPhoneros… Siri es simplemente tonta cuando se le hacen preguntas relativamente fáciles. Se le pregunta quién es el presidente de EEUU, y hace una búsqueda en Google. Si se le preguntaba quién es Barack Obama, decía que era el presidente de los EEUU. Ni el contexto, ni hacer una pregunta sobre un nombre muy famoso, ni el hecho de hacer las dos preguntas seguidas, habilita una respuesta mínimamente útil o inteligente.
Ahora, ha pasado ya mucho tiempo, y… ¿lo adivinas? – haciendo la misma pregunta con Donal Trump, ocurre lo mismo; Siri no sabe contestar directamente quién es el presidente de EEUU. Estamos en el año 2018, han pasado más de seis años desde que Siri fuera presentada en Octubre del año 2011, y aún no sabe contestar quién es el presidente del país en donde fue creada.
Sin embargo, si se le pregunta quién es Donald Trump, sí puede contestar directamente. La información está ahí, pero no sabe cómo utilizarla en cuanto se pregunta algo que requiera un mínimo de inteligencia artificial.
Este es el grandísimo problema de Apple con Siri. No es razonable ver un asistente supuestamente inteligente que no sabe contestar la misma pregunta, haciéndola de otra manera. Esto, es algo básico. Por esa razón, nos creemos este artículo de The Information. Si Apple no planeaba poner Siri en el HomePod a dos o tres años de su lanzamiento, es que no pensaban que su asistente podría ser realmente útil… pero Alexa les demostró que en un altavoz, que no tiene pantalla, tiene mucho sentido. Los asistentes inteligentes son complicados de programar, y ahora que Apple tiene una formidable competencia es cuando más tiene que destacar en este aspecto. Tienen dinero de sobra para contratar a las mentes más brillantes en este tipo de tecnologías, ahora queda que puedan mejorar su asistente para que no conteste de manera tan vergonzosa la misma pregunta hecha de manera diferente.
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