Parece como una especie de moda, pero en los últimos años han ido apareciendo en la App Store una serie de Apps que localizan al usuario y envían esa información a sus servidores sin que el usuario se de cuenta, en segundo plano. Esto se puede considerar como un problema para la intimidad del usuario y por esa razón Apple ha obligado a varios desarrolladores a hacer algo así, cambiando un poco la manera en la que iOS trabaja. Antes, Apps como Waze podían enviar información de localización del usuario incluso si no estaban abiertas, con el objetivo de poder ofrecer su servicio; viendo cómo se mueve el usuario por las vías de transporte, pueden saber por ejemplo si hay un atasco en una carretera, porque cientos de personas en el mismo sitio reducen su velocidad y se desplazan al unísono, un indicador irrefutable de que ahí hay un atasco de vehículos. En el caso de Waze, al instalar la App y abrirla por primera vez, se pide permiso para utilizar los servicios de localización del iPhone pero sólo daba la opción de utilizarlos siempre o nunca, en lugar de ofrecer también sólo cuando se utiliza la App, es decir, cuando está visualizada en pantalla.
Es importante dejar claro que este tipo de decisiones las toman los desarrolladores de Apps, y que gracias a los servicios de localización en segundo plano es posible conseguir que Apps como Waze sean tan útiles. Es decisión (y responsabilidad) del usuario decidir si quiere, o no, compartir esa información, y responsabilidad de Apple dar herramientas a los usuarios para que puedan decidir sin dan ese permiso o no.
Con iOS 11 la situación cambió porque ahora la opción de utilizar los servicios de localización sólo cuando la App está activa, también es una opción que obligatoriamente hay que utilizar. A pesar de eso, muchas Apps piden todavía permiso para utilizar los servicios de localización sin explicar para qué lo hacen, como es el caso de MoviePass, una App de entradas de cine en EEUU que ahora ha salido a la luz internacional porque se ha descubierto, y ellos lo han admitido, que se registra la localización geográfica del usuario tanto antes como después de la hora de una película que hayan comprado. Dicho de otra manera, un usuario compra una entrada de cine y un par de horas antes, sin abrir la App, el iPhone empezará a reportar dónde está esa persona antes de ir a ver la película, y también unas horas después.
La empresa que hace esto reconoce que lo hacen para poder comprender el comportamiento de sus clientes antes y después de ver una película. Quieren saber dónde comen, por dónde llegan al cine, dónde viven… con información así, es posible saber por ejemplo si sería conveniente abrir más salas de cine en algún lugar más cerca del domicilio de esas personas o si deben abrir un restaurante cerca del cine para los que cenan después de ver la película. Esta información, puede ser muy útil tanto para ellos mismos como para empresas asociadas.
Si esto no te gusta, la manera de evitar que ocurra es obligando a las Apps a que utilicen la localización sólo cuando están abiertas en pantalla. Puedes configurar el estado de esta opción para cualquier App abriendo la App de Ajustes y yendo a Privacidad, y luego Localización. Dentro de localización puedes encontrar todas las Apps y la configuración que tienen guardada cada una de ellas. Dentro de esa configuración podemos elegir que sólo se permita el acceso a los servicios de localización cuando se usa la App, y así, evitar que la App pueda enviar esa información cuando no la estemos usando activamente. Además, Apple permite a los desarrolladores publicar en esta sección un texto que explica para qué hace falta utilizar la localización, muy útil para comprender mejor por qué hace falta. Lamentablemente, MoviePass no explica nada aquí.
Vía: TechCrunch.