El nuevo iMac Pro tiene un A10 Fusion con 512 MB de RAM

Parece que Apple continúa trabajando en integrar, cada día más, todo lo que ha aprendido con sus dispositivos iOS también en los Macs. Dentro de unas semanas, la compañía pondrá a la venta el nuevo iMac Pro, una versión de su ordenador todo en uno que tiene una CPU y GPU muchísimo más potentes que el iMac normal. La única manera de diferenciarlos es el color, ya que el iMac Pro tendrá un aspecto bastante más oscuro en su aluminio.

iMac Pro

Hoy, hemos podido saber que Apple integrará un procesador A10 Fusion, el mismo que utiliza el iPhone 7 o 7 Plus, dentro de este nuevo iMac Pro.

CPU A10X

No se sabe todavía para qué podría querer Apple integrar un A10 en un iMac, pero Guilherme Rambo, Jonathan Levin y Steven Troughton-Smith, los desarrolladores que se ha puesto a bucear por los ficheros de nuevas versiones de macOS y BridgeOS este fin de semana, han encontrado animaciones y otros indicios que indican que el iMac Pro tendrá Oye Siri, es decir, una manera de invocar al asistente virtual de Apple incluso cuando el ordenador está apagado; Este A10 podría mantener esta funcionalidad viva incluso si macOS no está funcionando.

Como vemos, macOS tiene una nueva ventana de configuración para que el sistema aprenda cómo es el Oye Siri del usuario. Además de esto, un nuevo sonido de arranque parece estar implementado de nuevo por BridgeOS, algo que llama la atención, porque los Macs más nuevos de Apple no suenan ya al encenderlos con su característico sonido, como antaño.

Apple ya utiliza procesadores ARM como el T1, diseñado por ellos mismos, en los MacBook con Touch Bar, esa pequeña pantalla alargada con botones virtuales y Touch ID. No es una CPU como la que se puede encontrar en un iPhone, pero no deja de ser un procesador ARM que se encarga de funcionalidades añadidas al sistema, por encima de macOS. El A10 del iMac Pro, se sabe que funciona con 512 MB de RAM, una cantidad bastante modesta pero más que suficiente para manejar funciones como Siri. Muchos tienen cierto miedo a que Apple sustituya algún día las CPUs de Intel que utiliza en los Macs por versiones de sus procesadores ARM, ahora que su rendimiento, en ciertas tareas, rivaliza con ellos. Nosotros lo vemos bastante poco probable porque las CPUs de Intel, además de un rendimiento fantástico para muchas utilidades en las que un ARM dejaría mucho que desear, son prácticamente un estándar en la industria de la informática. Permitir a los desarrolladores programar software para la arquitectura x86 que luego es fácilmente portable a Windows o Linux es una enorme ventaja que probablemente Apple no desee perder.

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