El iPhone X, al igual que el iPhone 8, está hecho de cristal por ambos lados. Obviamente el lado de la pantalla es de cristal, como en anteriores modelos de iPhone, y en la parte trasera, tenemos de nuevo cristal, algo que Apple no hacía desde que presentaron el iPhone 4S, el último diseño hasta el iPhone 8 que utilizaba una carcasa trasera de cristal. Incluso en el iPhone 4S, el borde estaba muy bien rodeado de una banda metálica, con esquinas muy definidas, que de alguna manera protegía un poco más el dispositivo en el caso de caer al suelo. Con el iPhone 8 y el iPhone X, esto no ocurre, porque sus lados, aunque son metálicos también, son redondeados. El metal, prácticamente se funde con el cristal en ambos lados y ese diseño hace que sean más susceptibles de romperse cuando se caen. En SquareTrade han hecho algunas de las primeras pruebas de caídas y han nombrado al iPhone X como el modelo de iPhone más fácil de romper. En este vídeo podemos ver esas pruebas.
En el pasado, era relativamente habitual que el cristal se rompiera pero la pantalla continuara funcionando. En el caso del iPhone X la pantalla llega hasta los bordes del dispositivo en prácticamente todo su perímetro, haciendo que también se rompa fácilmente en una caída. Es por esta razón que una reparación de un iPhone X, además de ser más cara, requiera cambiar más componentes, no sólo la carcasa exterior, sino probablemente también la pantalla.
Por esa razón, es más recomendable que nunca utilizar una funda con el iPhone X, o tener muchísimo cuidado de no tirarlo al suelo. Esta vez, una caída te puede salir más cara que nunca antes.
SquareTrade es una empresa que vende seguros para smartphones como el iPhone X, así que obviamente están muy interesados en demostrar que uno de sus seguros es más útil que nunca antes. La prueba no es la más científica que uno pueda pensar pero también es verdad que un iPhone todo pantalla que es de cristal por ambos lados, es más frágil por mucho que Apple haya conseguido endurecer el cristal en esta ocasión.
