Apple ha presentado hoy su apuesta para competir con Google Home y Amazon Echo. Lo ha llamado HomePod, un nombre al que cuesta un poco acostumbrarse.
El diseño de este nuevo dispositivo recuerda un poco al Mac Pro, pero con una rejilla que lo rodea. En la parte superior tenemos un centro con un juego de luces que imita al nuevo icono de Siri que Apple ha mostrado hoy por primera vez durante la presentación de iOS 11. Sin embargo no es un altavoz normal… Apple ha dejado claro que con este dispositivo lo que han querido es ofrecer la mejor calidad de audio posible. Tiene siete tweeters, altavoces especializados en agudos, y un gran woofer para los bajos, todos controlados por un chip Apple A8, el mismo procesador que lleva el iPhone 6 o 6 Plus.
También lleva hasta seis micrófonos de manera que podamos preguntar cosas a Siri y que éste nos pueda escuchar estemos donde estemos en la habitación, incluso cuando está sonando música. La CPU se encarga de separar lo que suena con lo que viene de fuera y también se encarga de averiguar gracias al audio rebotado en qué lugar de la habitación está el altavoz para poder modificar el audio, en tiempo real, y potenciar voces o instrumentos en función del espacio en donde se encuentra. De nuevo, Apple ha querido poner énfasis en que el HomePod no es sólo un altavoz al que preguntarle cosas vía Siri, sino que es una mejora sustancial en la manera de escuchar música en casa.
Es importante tener en cuenta que, al menos inicialmente, parece que el HomePod sólo funcionará en inglés. Al menos en la página de Apple en donde describen el HomePod, así lo explican.
La parte superior también es táctil. Se puede tocar encima para ajustar el volumen sin hablar, para la reproducción o volverla a inicial. De nuevo, una animación translucida de Siri nos indica cuando está escuchando, y cuándo no. Podemos invocarlo con el habitual Oye Siri, o Hey Siri ahora mismo, sólo en inglés. Se conecta a Internet y también a Apple Music a través de una red Wi-Fi local, y aún se desconoce si podría funcionar autónomamente con otros servicios de audio como Spotify.
Se podrá comprar en colores blanco o gris espacial, por 349 dólares a partir de Diciembre. Por esas fechas, sólo se venderá en el Reino Unido, Australia y EEUU, todos angloparlantes, lo que explica también la limitación del idioma.