¿Qué le pasa a Apple para tardar tanto tiempo en actualizar muchos de sus productos importantes?

Apple es hoy en día una empresa mucho más grande que hace tan sólo diez años. Casi ha multiplicado su tamaño por cuatro en cuanto al número de empleados, y también tiene muchísimas más tiendas, muchísimos más usuarios y también muchísimo más dinero; más de 236.000 millones de dólares en efectivo, sin contar con sus activos. Es una cantidad de dinero que cuesta imaginar.

A veces Apple hace eso; parece que el tiempo no pasa para ellos, que la competencia no saca al marcado nuevas e interesantes ofertas o simplemente que no tienen recursos para actualizar las máquinas tras haberse convertido en una enorme empresa con más de 115.000 empleados. Ahí tenemos al iPod touch de sexta generación, que fue presentado en Julio del 2015 y año y medio después sigue tal cual. Antes de esa actualización, el último iPod touch había sido lanzado a finales del año 2012, es decir, pasaron más de dos años y medio sin recibir una actualización. Ahora, la historia parece repetirse con el iPhone SE.

Los nuevos MacBook Pro también han llegado bastante más tarde de lo deseable; Apple había lanzado el modelo anterior en Mayo del 2015, y estamos en Noviembre del 2016, eso es año y medio sin actualizaciones de su popular ordenador portátil, algo bastante sorprendente en este tipo de productos. Otros Macs como el Mac mini, llevan dos años completos sin recibir ninguna actualización ni en características ni en precio, como si costara lo mismo fabricarlo ahora que hace dos años. El Mac Pro fue lanzado a finales del año 2013, y ahora a finales del 2016, tres años más tarde, aún no tiene CPUs actualizadas ni novedades de ningún tipo, algo que en el caso de un equipo dirigido a profesionales es preocupante; Siempre necesitan la máquina más rápida posible que se puedan permitir, y lamentablemente, hoy en día el Mac más rápido no lo fabrica Apple. Hay varios hackintosh, PCs con componentes compatibles con los drivers compatibles que macOS necesita para funcionar bien. Además, son mucho más baratos, aunque obviamente carecen de todo tipo de soporte.

Quizás ahora que Apple hace también relojes inteligentes, tabletas, y también presenta un smartphone nuevo cada año, se moviera mucho más lentamente que antes. Además reciclan el diseño de sus máquinas religiosamente… el iPhone 7 es muy parecido al iPhone 6S o 6 lanzados en años anteriores. El iPhone SE es casi idéntico al iPhone 5S. Contando con lo que están haciendo con los Macs, es como si dejara abandonadas varias categorías de productos… al menos esa es la impresión que da desde fuera. El iPhone SE se podría unir a este tipo de productos que se renuevan cada pocos años, o directamente, que no se renuevan como pasó con el iPhone 5C, y pasan a mejor vida con un sólo modelo. Si Apple saca el próximo modelo de iPhone en tres tamaños, es algo que podría tener sentido pero mientras tanto, pero sabiendo que no habrá un nuevo iPhone que sustituya al actual 7 hasta dentro de casi un año lo que nos cuenta Kuo es que Apple volverá a ver un descenso de ventas del iPhone durante el próximo año 2017 en lugar de incrementarlas, precisamente, porque no habrá una actualización de ese iPhone SE.

Sin embargo, las actualizaciones de software en cuanto a sus sistemas operativos llegan puntuales como un reloj. A menudo, nos preguntamos si no sería mejor dejar macOS como está un año más y ocuparse de tener el hardware en el que corre actualizado con las últimas características disponibles sin dejar familias como el Mac mini o el Mac Pro abandonadas durante años. Tener un iPhone nuevo cada año puede ser suficiente, pero en la industria de la informática es muy importante tener máquinas como el Mac Pro utilizando las últimas CPUs de escritorio más actuales. Es imprescindible para los profesionales, un tipo de usuario que siempre ha confiado en Apple y que ahora se siente abandonado. Mientras tanto, la compañía se dedica a producir shows de TV y se mete en el mundo de la moda con un reloj inteligente… pero no olvidemos cómo empezaron; con dos personas en un garaje fabricando kits de placas base de ordenadores caseros hechas a mano.