Cuando alguien consigue un iPhone de reemplazo en una Apple Store, es habitual ver a los empleados de la compañía llegar con una caja negra, con bordes ligeramente redondeados, y una pequeña pegatina que describe el modelo que hay dentro. Nadie sabe si estas máquinas vienen de fábrica sin más, o si son restauradas… es decir, reparadas de otras devoluciones. Los chicos de las Apple Store en las que preguntamos tampoco lo sabían a ciencia cierta. Lo que sí se sabe, es que estos iPhones cuestan unos 200 eurodólares, mucho menos que el precio oficial de uno nuevo.
Lo que vemos sobre estas líneas es esa misma caja pero con un Apple Watch dentro.
Al contrario que el iPhone, el Apple Watch viene en una caja bastante bonita, más pequeña que la que viene cuando se vende, y que tiene sólo la caja del reloj, sin correa ni cargador. Es un cambio en comparación con los iPhones de reemplazo que llegan a las Apple Store.
Vía: Twitter de Max Weisel.