La historia de Samsung y por qué se han metido en pleitos con empresas de medio mundo

Para muchos iPhoneros, el nombre de Samsung nos recuerda a una gran (por tamaño) empresa de electrónica de consumo, que además de ser socios de Apple en la fabricación de algunos componentes, son también sus rivales más poderosos. En iPhoneros.com estamos acostumbrados a leer noticias sobre los juicios que Apple y Samsung celebran en cuatro continentes pero en realidad, lo que no sabe mucha gente, es que Samsung se ha peleado con muchas otras empresas y también ha sido multada en repetidas ocasiones en varios países entre los que se incluye su tierra natal Corea del Sur, por prácticas de negocio que son muy cuestionables moralmente. Llevan décadas operando de esa manera y de hecho el resultado que consiguen es tan bueno que se han convertido en uno de los conglomerados empresariales más grandes del mundo. Fabrican los smartphones Galaxy, principales rivales del iPhone, pero también fabrican por ejemplo lavadoras o barcos de transporte de contenedores de cientos de metros de eslora. Dicho de otra manera, para Apple enfrentarse a ellos en los juzgados es más cuestión de honor que cuestión de dinero, pero en cualquier caso ganen o pierdan Samsung probablemente siempre saldrá airosa, ya que ganan mucho más dinero con su sistema de copia, luego inunda el mercado y después litiga, que pagando las consecuencias. Sus empleados en Corea del Sur han sido grabados en vídeo destruyendo pruebas antes de que llegaran los inspectores, directamente comiéndoselas. En este artículo vamos a detallar a grandes rasgos todos los pasos que Samsung ha dado desde su nacimiento hasta convertirse en el gigante que es hoy en día con más de 65.000 patentes, y por qué han sido sancionados reincidentemente, más que nada porque es importante saber a quien se enfrenta Apple y también con quien se asocia.

En Vanity Fair, una web que se podría calificar de neutral aunque obviamente es norteamericana, podemos encontrar un extenso artículo en donde se detalla la historia de Samsung y con quién se han visto las caras en juicios; no sólo Apple, sino también Pioneer, Kodak, Sharp, InterDigital o varios gobiernos en Europa, Norteamérica o Corea del Sur. Samsung fue fundada en 1938 por Lee Byung-chull tras dejar sus estudios. Lee era el hijo de una familia pudiente y creó su propia empresa, llamada tres estrellas en coreano (Samsung). En aquel momento tenía 26 años. Su negocio consistía en una procesadora de arroz, pero no fue bien. Decidió cambiar de industria y dedicarse a productos basados en el pescado. Esto sí funcionó, y pronto se expandió a otras industrias como la textil, o un par de aseguradoras, además de una refinería de azúcar. Fue en 1969 cuando Samsung se asoció con la japonesa Sanyo, creada por la misma familia que Matsushita (antigua National en el extranjero y ahora Panasonic) y empezó a fabricar televisores en blanco y negro, aunque los de color ya eran bastante conocidos… simplemente no tenían la tecnología necesaria para hacerlos en color. Sin embargo, sus máquinas se producían más deprisa y eran más baratas. Os suena la historia, ¿verdad? – este modelo se repetiría varias veces a lo largo de la historia.

Fue a partir de este momento cuando empezaron a llegar las primeras sanciones. Se demostró que Samsung llegó a acuerdos con otros fabricantes de tubos catódicos (con lo que funcionaban las TVs de aquella época), para subir los precios y fijarlos, y así incrementar los beneficios económicos, pues todos los compradores acababan pagando más al no haber alternativas más baratas en ninguna marca. Se reunían en hoteles o jugando al golf en Japón, Taiwán, Singapur y muchos otros países, y acordaban precios de sus componentes. Al ser descubiertos, tuvieron que pagar una multa de 21,5 millones de dólares en EEUU, 21,5 millones en Corea del Sur, y 197 millones impuestos por la Comisión Europea. ¿Hizo esto desistir a la compañía de repetir la jugada? – no. Por supuesto que no.

También llegaron a acuerdos más tarde para subir y fijar el precio de las pantallas LCD con sus principales rivales; En esta ocasión el acuerdo se hizo con Sharp y Hitachi, según pudieron demostrar los investigadores. Pagaron cientos de millones de dólares en EEUU. Sin embargo, en 1999 volvieron a fijar precios de los módulos de memoria DRAM, y fueron descubiertos en el año 2005, tras lo cual pagaron 300 millones de dólares en multas al Gobierno de EEUU. Seis de sus ejecutivos acordaron ir a prisión en EEUU con sentencias de entre 7 y 14 meses.

Samsung lleva repitiendo este modelo de negocio desde hace décadas. No sólo fijando precios, sino copiando nuevas tecnologías… como las TVs de plasma de Pioneer, cuyas patentes utilizaron sin permiso. Tras los juicios en los que Samsung también acusaba a los japoneses de utilizar sus patentes sin permiso, exactamente igual que hace ahora con Apple, fueron declarados culpables. Tenían que pagar 59 millones de dólares en el año 2008 pero los recursos continuaron tanto como fue posible y al final Pioneer, que pasaba por problemas económicos, llegó a un acuerdo con Samsung cuya cantidad económica no ha sido revelada.

A pesar de empezar con ideas de otros, con el tiempo, sus televisores y otros aparatos mejoraron, de la misma manera que sus smartphones también han mejorado mucho en los últimos años. Empiezan copiando una tecnología, y luego la mejoran para volverse muy buenos y llegar a competir también en campos de innovación en ocasiones por encima de las empresas cuyas ideas copiaron inicialmente. Aunque sean demandados por hacer esto, con todo el tiempo que pasan en juicios da tiempo a quedarse con una porción del mercado y sólo cuando ya no hay más remedio y van a ser sancionados o perder el juicio sin posibilidad de recurrir, llegan a un acuerdo con la otra empresa y pasan por caja. Así pasó con Sharp, a quien se enfrentó por el mercado de las TVs LCD; Para cuando llegaron a un acuerdo tras juicios por utilizar ideas patentadas de la empresa japonesa sin permiso durante años, Samsung tenía el 23,9% del mercado global de TVs LCD, y Sharp sólo el 5.4%. Sharp fue la empresa que puso a la venta la primera TV LCD. Exactamente igual que ha pasado con los Galaxy y el iPhone… hoy en día, tras más de 1000 días de litigios con los de Cupertino, tienen el 31% del mercado de smartphones mundial frente al 15,6% del de Apple. Probablemente, su batalla con Apple les ha hecho más fuertes, como ha ocurrido en el pasado. Si bien sus métodos son cuestionables moralmente, no se puede negar que su modelo de negocio es muy inteligente.

Todas estas historias tienen incluso su lado cómico, cuando en Marzo del año 2011 las cámaras de seguridad de su edificio de oficinas captaron cómo sus empleados destruían pruebas apresuradamente, llegaron a comerse documentos impresos y cambiando ordenadores por otros nuevos y limpios de datos incriminatorios, mientras los guardas de seguridad de la entrada evitaban que los investigadores que regulan la competencia desleal entre empresas en Corea del Sur pudieran entrar en una visita por sorpresa. Fueron sólo 30 minutos pero suficientes para poder limpiar la oficina, aunque eventualmente fueron multados por obstruir la investigación. Todo esto, en su propio país.

En definitiva, si quieres conocer todos los detalles de estas sanciones, multas, investigaciones, historias… el artículo de Vanity Fair las detalla con exquisito detalle, en inglés. El artículo lo encontramos gracias a Daring Fireball. Ayuda mucho a ver los juicios entre Apple y Samsung de otra manera. Lo que más sorprende de toda esta historia es que a pesar de conocerse todo esto, en Apple y en muchas otras empresas siguen llegando a acuerdos de colaboración con Samsung… y es que su músculo de producción y la calidad con la que pueden fabricar piezas y componentes probablemente no tengan rival ahora mismo en el mundo.