Si hay un día que recordamos muy bien por aquí, fue el día en el que Steve Jobs falleció de manera bastante inesperada a pesar de que todos sabíamos la enfermedad que padecía. Hoy se cumplen 12 años de ese triste día en el que publicamos una noticia que no nos podíamos creer.
En la imagen de arriba podemos ver a Steve en un momento íntimo con su mujer Laurene Powell Jobs, tras una presentación en el WWDC 2011 en el Moscone West de San Francisco. En aquel momento nadie podía imaginar que sería la última vez… y, la verdad, es que se echa mucho de menos.
Las presentaciones de nuevos productos y servicios de Apple hoy en día son mucho más corales, con Tim Cook dando paso a muchos nombres que hasta hace poco sólo se conocían dentro de la compañía. Además, ahora son vídeos pre-grabados, costumbre que empezó con la pandemia de Covid y que parece que se va a quedar de manera definitiva en años venideros.
Como todas las personas, Steve ha tenido sus momentos brillantes y no tan brillantes, pero por encima de todo se trataba de un visionario y alguien con un criterio y un carácter que simplemente no se puede imitar. Apple no hubiera sido la Apple que ha llegado a ser sin su aportación, primero fundando la compañía, y luego rescatándola de la bancarrota a finales de los años 90, hasta convertirla en una de las empresas tecnológicas más punteras del mundo.
Tim Cook cogió el relevo como CEO y la ha convertido en la compañía más valorada del planeta, hasta cotas que probablemente ni el propio Jobs hubiera imaginado nunca. Si Apple fuera un país, sería más rica que muchos países reales.