Como os hemos contado recientemente, no se espera que este año Apple presente ningún nuevo sensor en el Apple Watch, pero parece que en futuras generaciones quizás podríamos ver un sensor que cuesta un poco imaginar ver en un reloj. Hablamos de un sensor que es capaz de medir el nivel de estiramiento de nuestra piel, o dicho de otra manera, que mida el nivel de esfuerzo que aplicamos a un movimiento.
Este sensor básicamente puede medir la pequeñísima diferencia en resistividad eléctrica de la piel a hora de estirarse o contraerse, de manera que es posible medir el nivel de esfuerzo o estiramiento que hacemos con nuestro cuerpo. Cuesta imaginar un sensor así, pero podría ser una posibilidad que ayude a conseguir más datos o datos más precisos de nuestra actividad física.
El hecho de que en Apple están probando este tipo de sensores viene de una oferta de trabajo en donde mencionan este sensor de estiramientos en el perfil que buscan.
En la actualidad, el Apple Watch sólo puede calcular calorías consumidas, tiempo de actividad y ritmo cardíaco durante un ejercicio de fuerza. Este hipotético nuevo sensor podría ayudar a medir el nivel de esfuerzo utilizado con mucha exactitud.
Que Apple busque a una persona con experiencia en este tipo de sensores no quiere decir que en el futuro vayamos a ver un Apple Watch con uno incorporado, pero sí que quiere decir que al menos lo están probando en algún prototipo.