Una de las particularidades del iPhone 14 o 14 Pro que uno puede comprar en EEUU, es que no tiene bandeja para tarjeta SIM física. La única manera de instalar una línea es descargando una eSIM, es decir, la versión electrónica de nuestra tarjeta SIM, que afortunadamente a estas alturas ya tienen la mayoría de operadoras de telefonía móvil.
Según nos cuenta Nicolás en la web francesa iGeneration (traducción automática de Google) han recibido un soplo sobre el iPhone 15 que Apple prepara para lanzar a finales del próximo mes de septiembre. Este modelo, ahora también en Francia, carecería de bandeja para tarjetas SIM físicas, al igual que ocurre ahora con el iPhone 14 en EEUU.
Si esto se confirma, Apple estaría expandiendo esta particularidad después de una hipotética buena experiencia en EEUU. Habrá usuarios a los que este cambio no les guste, pero sin duda instalar una eSIM hoy en día es tan sencillo que basta con leer un código QR con el móvil y acceder a una URL para descargarla, en una vez única e intransferible, quedando instalada en nuestro iPhone. Si cambiamos de móvil o lo perdemos, podemos descargar una nueva versión de nuestra línea en una nueva eSIM tras pedírsela a nuestro operador de telefonía móvil. Que el iPhone 15 no vaya a tener tarjeta física en Francia con toda probabilidad significa que tampoco la tendrá en España y el resto de la Unión Europea. En pocos años es muy probable que esto ocurra en todo el mundo, aunque nos imaginamos que habrá países en los que este cambio necesite de más años. Apple vende en China, de hecho, modelos de iPhone que pueden utilizar dos tarjetas SIM físicas al mismo tiempo. En el resto del mundo es posible utilizar dos números en el mismo iPhone, pero es necesario que al menos una de las tarjetas sea una eSIM.
Guste o no guste, esta es una tendencia que se veía venir desde hace muchos años, porque las tarjetas SIM han ido reduciendo su tamaño cada vez más, hasta convertirse básicamente en nada. Hoy en día no tiene sentido tener la información de la línea en una tarjeta física porque todo se puede hacer digitalmente, ahorrando muchísimo dinero y recursos en la fabricación de estos pequeños chips. Además, las eSIM tienen la gran ventaja de poder conseguirlas en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso si estamos en el extranjero, eliminando totalmente la necesidad de recibirlas por correo en casa o tener que ir a una tienda a por ellas.
En cuestión de dos o tres años, la inmensa mayoría de smartphones del mercado sólo funcionarán con tarjetas eSIM. El espacio que el lector de tarjetas SIM ocupa en el interior del iPhone, como puedes ver en la imagen de arriba, es considerable. Es uno de los componentes más grandes que se pueden encontrar en la placa base. Poderse ahorrar ese espacio supone poder fabricar una placa base más pequeña, y con eso, quizás, tener más espacio para otros componentes como la batería, incrementando la autonomía.
Es hora de decir adiós a estas tarjetas.