Cuando Elon Musk compró Twitter, una de las primeras cosas que publicó fue que el pájaro ha sido liberado. Hablaba de libertad de expresión de manera absolutista, y de que Twitter era una especie de la plaza del pueblo. Habló de mantener un equipo de moderación con diferentes opiniones, pero en pocas semanas todo lo que decía y todo lo que ha ido haciendo ha sido simplemente decidido por él, bien porque sí, bien vía encuesta en un tuit que publique. Recientemente entró en un Spaces, en donde había varios usuarios influyentes (periodistas principalmente) con cuentas suspendidas junto a la cuenta de @elonjet, un bot que publicaba en tiempo real los viajes del jet privado de Musk por el mundo, sacando información públicamente disponible y perfectamente legal de la web flightradar24.com. Le hicieron preguntas que él no supo contestar, limitándose a decir que si alguien publica la localización de una persona en tiempo real, incluso si son enlaces, se le bloquea. Mientras estos periodistas le explicaban que esto es perfectamente legal, él salió del Spaces, y pocos minutos después, Twitter cerró todos los spaces que tenía abiertos sin dar la más mínima explicación. Unas horas después, volvían a funcionar.
Según Musk, publicar localización de alguien en tiempo real no está permitido (como nueva regla en Twitter), aunque la Constitución de EEUU pone límites bien claros a esto y lo que hacía la cuenta de @elonjet está dentro de esos márgenes legales, igual que lo está la propia web de flightradar24.com, en donde muchos usuarios reportan la posición que pública (y voluntariamente) publican Aviones civiles y algunos militares. Un día después preguntó en una encuesta si debería permitir esas cuentas, y los usuarios votaron que sí, resultando en la reinstauración de esas cuentas. De nuevo, un baile de decisiones tomadas de manera totalmente arbitraria por él mismo, que luego revierte, dejando por el camino la impresión de que no es más que un niño jugando con una red social en la que muchos millones de personas todos los días publican mensajes, fotos y vídeos, o hablan en grupo.
Después de todo esto, sólo un día después, hoy mismo, Twitter publica que ahora los enlaces a determinadas redes sociales están prohibidos, tanto en las publicaciones, como en los perfiles personales. En una demostración más de lo que Musk entiende como plaza del pueblo o libertad de expresión, han dejado claro que no permitirán enlaces que promocionen otras redes sociales como Facebook, Instagram, Mastodon, Truth Social, Tribel, Nostr y Post. Aquí está el increíble tuit que ningún usuario de Twitter nunca imaginó leer algún día.
Specifically, we will remove accounts created solely for the purpose of promoting other social platforms and content that contains links or usernames for the following platforms: Facebook, Instagram, Mastodon, Truth Social, Tribel, Nostr and Post.
— Twitter Support (@TwitterSupport) December 18, 2022
No es extraño ver a diferentes redes sociales llevarse mal entre ellas. Facebook no permite encontrar amigos con Twitter desde el año 2010, y la propia Twitter bloqueaba los contenidos de Instagram durante bastante tiempo también. Pero bloquear enlaces a todas ellas de manera radical cambia bastante las cosas. Sin duda, Twitter está cambiando y a muchos usuarios empieza a molestarles bastante tanta inestabilidad y locura, en una red social que llevan muchos años y utilizando y que consideran su casa. Encima de todo esto, ya hay bastantes inversores de Tesla que ven que el tiempo que Musk dedica a Twitter, tanto para administrarla como para utilizarla, está distrayendo al CEO de Tesla en cuanto a trabajo en esa empresa. Desde hace muchos años tienen paciencia con las otras empresas de Musk, como SpaceX o Neuralink, pero el cambio de reputación que está experimentando la figura de Musk preocupa. Muchos piensan que podría afectar a Tesla, y de hecho, sus acciones han bajado más de un 20% en las últimas seanas. De genio y magnate de los negocios capaz de obrar milagros como levantar Tesla o hacer que cohetes del tamaño de un edificio y sin alas aterricen como por arte de magia, abaratando los costes de acceso al espacio enormemente, está pasando a una especie de figura similar a la de Donald Trump.