Hace unos días, cuando os contábamos que el nuevo monitor Studio Display de Apple era como un iPhone 11 con una enorme pantalla, no nos equivocábamos en absoluto. Es literalmente eso. Tiene la misma CPU y también el mismo almacenamiento, nada menos que 64 GB, que es la cantidad de almacenamiento mínima con la que se vendió este terminal con el procesador A13.
No sabemos si todo esto es porque cuando el iPhone 11 estaba en las tiendas era el momento aproximado en el que Apple empezó a diseñar este monitor, o si simplemente les sobran placas base de iPhone 11 que nunca llegaron a vender, pero la realidad es que todo el interior de este monitor es muy overkill, como lo es su precio, que triplica el de un buen monitor de marca conocida, eso sí, 4K en lugar de 5K.
De los 64 GB de capacidad de almacenamiento, apenas utiliza 2 GB, que es lo que ocupa iOS una vez instalado. Es posible que utilice más almacenamiento cuando descargue nuevas versiones de iOS para actualizarse, ya que primero descarga y guarda el paquete comprimido, luego lo descomprime y después lo instala, y para hacer todo eso hacen falta unos 5 o 6 GB de almacenamiento. Pero incluso así, 64 GB en una máquina que literalmente nunca los va a utilizar, es muy sorprendente.
Lo más probable es que a Apple le alga más barato utilizar chips de memoria NAND Flash de 64 GB que de 32 GB o menos, simplemente porque son los que más se utilizan en la industria, y de los que hay más stock. También es posible que la actual crisis de los semiconductores que está haciendo tan complicado consegueir chips casi de cualquier tipo a todas las empresas haya llevado, quizás, a pedir chips de 64 GB con mucha antelación. Nos gustaría conocer la razón exacta por la que este monitor desperdicia tanto espacio de almacenamiento, pero sólo la conocen en Apple y muy probablemente nunca la van a compartir con nadie.
Lo interesante de todo esto es que sabiendo que esto está ocurriendo alguien podría intentar conseguir una manera para utilizar este espacio de almacenamiento desde el Mac o PC que esté conectado al monitor, apareciendo como una unidad de almacenamiento externa en el sistema, en la que guardar, digamos, 50 GB de datos, que literalmente viajarían con el monitor y estarían disponibles en cualquier ordenador que conectemos al mismo. Técnicamente hablando esto no debería ser muy complicado de conseguir si se consigue, por supuesto, acceso completo al sistema iOS del monitor, algo para lo que nos imaginamos que sería necesario hacer un Jailbreak.