Un Samsung Galaxy A21 ha salido en las noticias estos días (Seatle Times) porque su batería ha tenido un mal día y ha empezado a echar humo tras empezar a arder dentro de un Avión.
Afortunadamente, ha ocurrido cuando la aeronave ya había tomado tierra después del vuelo en el que la persona que portaba este smartphone notó que estaba echando humo. Esto obligó a la evacuación con los toboganes, causando mucho revuelo y nerviosismo que obviamente no gusta a nadie.
No hubo más consecuencias que eso. El smartphone quedó totalmente quemado porque fue introducido en una caja ignífuga que ahora se lleva para estos casos, y dentro de la misma, la batería terminó por quemar el resto del dispositivo hasta hacerlo irreconocible.
Esto podría haber pasado perfectamente con un iPhone, porque las baterías que utiliza son de la misma tecnología, y porque a menudo, los proveedores de las mismas son también las mismas empresas, aunque con especificaciones diferentes. En este caso fue un Galaxy S21, pero podría haber sido cualquier otro smartphone.
Este caso nos recuerda a los casos del Note 7 en el que varias unidades tuvieron problemas similares, llevando incluso a la cancelación de todo el proyecto.